80.000 voces se unen contra los recortes en Barcelona

PÚBLICO* : Nadie sabe con exactitud cuántas personas se echaron a la calle en Barcelona para decirle al Gobierno catalán que no quieren ni recortes sociales, ni despedidos, ni un empeoramiento de los servicios que presta la Generalitat, sobre todo en la sanidad y la enseñanza. Ni los organizadores deben creerse su estimación de 200.000 personas ni la Guardia Urbana afirmará tajante haber contado 35.000. En cualquier caso, según constató este diario, la marcha duplicó la convocatoria del pasado Primero de Mayo, por lo que la asistencia podría cifrarse en unas 80.000 personas. Eso sí, todo el mundo asumirá que fue un éxito sin precedentes recientes en las marchas convocadas por la sociedad civil, con la excepción de la del pasado 10 de julio contra el fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Si entonces Barcelona fue una marea de senyeres banderas catalanas, lo fue de tijeras bajo una señal de prohibición.

Un objeto tan cotidiano se ha acabado convirtiendo en el símbolo de la oposición a la política de ajuste de la Generalitat, obsesionada con enjugar el déficit presupuestario por mandato del Ministerio de Economía y las dudas que la deuda soberana suscita en los mercados financieros internacionales. Con un ajuste presupuestario de más de 3.000 millones de euros 1.000 millones sólo en la sanidad, esas tijeras eran lo más acertado para complementar el "Basta de recortes" de la pancarta que encabezaba la manifestación, portada por los máximos representantes de las más de 200 entidades que se han adherido a la convocatoria, liderada por los sindicatos CCOO y UGT. Fue una marcha tan extensa que la presencia de múltiples grupos y el ritmo frenético impuesto por la cabecera la partió en dos. Los organizadores tuvieron que leer en diversas ocasiones el manifiesto debido al constante goteo de manifestantes que se produjo al final del itinerario, que se prolongó durante más de tres cuartos de hora.

En los últimos años, y hasta los últimos meses, los sindicatos no habían conseguido sacar de casa a los trabajadores, desanimados y desmovilizados pese a la crisis económica y empresarial que jalona la historia más reciente de Catalunya. La situación ha dado un giro de muchos grados en cuestión de dos meses. Ha sido hablar de crisis en la Administración y cercenamiento de servicios básicos y la pulsión ciudadana ha llevado el enfado a la calle.

Los médicos, de avanzadilla
Los empleados públicos, comandados por el colectivo sanitario, llevan ya unas semanas de avanzadilla. Se comprobó que tienen un amplio cuerpo de infantería detrás, incluso entre los inspectores de Hacienda, un cuerpo elitista en el ámbito de la administración que no dudó en sumarse a la protesta.

La irritación y el desacuerdo se han extendido al usuario, movilizado por asociaciones de vecinos, de padres y madres de colegios públicos y de plataformas de usuarios de todo tipo. Han sido estas entidades las que, de forma modesta, han enganchado folios fotocopiados en los postes de sus barrios para conseguir la exitosa marcha. Temen por lo que se puedan encontrar en el plazo de un año cuando tengan que ir al médico o cuando sus hijos vean el próximo curso que en las escuelas hay cada vez menos profesores y los mismos alumnos. O más.

Todo un aviso para el Gobierno catalán de CiU en pleno ecuador de campaña. El resto de partidos catalanes incluido el PP tuvieron presencia en la manifestación, pero no protagonismo. Las decisiones del Govern de Artur Mas fueron el embrión de la marcha y a este respondieron la mayoría de las pancartas, con especial referencia al conseller de Salut, Boi Ruiz. Unos centenares de personas optaron por trasladarse hasta las puertas del Parlament y lanzar consignas consignas del tipo "quien siembra la miseria, recoge la rabia".

Por el momento el Govern catalán ha preferido esperar a ver qué pasa antes de decidir si varía o no su política. Y es que el resultado de las elecciones del próximo domingo será, finalmente, la clave para decidir por qué camino prosigue el recorte presupuestario.


* Publico - 15.05.11
Foto: Manifestacion en Barcelona por los recortes de la Generalitat - publico

2 comentarios :

hartodetontos dijo...

Varios miles de funcionarios, entre 15.000 y 20.000 según los convocantes, se han manifestado este sábado por las calles de Sevilla en contra de la Ley de Reordenación del Sector Público, según han indicado a Europa Press fuentes de las plataformas de empleados públicos.

Así, la concentración convocada por CSIF, Ustea, LaPepa, Safja, y otros tantas plataformas y asociaciones sindicales, ha tenido lugar bajo "un intenso calor" y con colectivos y grupos llegados de las ocho provincias andaluzas.

Además, la movilización, que ha partido de la Plaza Nueva hasta llegar a la Plaza de España de la capital hispalense, recorriendo la avenida de la Constitución, la calle Almirante Lobo, paseo de Las Delicias, glorieta de los Marineros, avenida de María Luisa, glorieta del Cid y avenida Isabel La Católica, ha transcurrido sin incidencia.

Entretanto, las fuentes sindicales ha asegurado a Europa Press que "no es una protesta política", de forma que, "si coincide con las elecciones municipales del próximo 22 de mayo, se trata sólo de pura coincidencia".

De esta manera, la presidenta del sector de administración general de la Junta de Andalucía de CSIF Andalucía, Alicia Martos, ha dicho que "no cejará en su defensa de los derechos de los Empleados Públicos hasta lograr la derogación, que es la única forma de reponer los derechos vulnerados en primer lugar a los funcionarios y en segundo lugar a la ciudadanía andaluza".

De esta forma, Martos ha indicado que CSIF "seguirá adelante en todos los frentes que tenemos abiertos. En la calle, en la Mesa General y en la Justicia, porque tenemos recurrida la Ley y los Estatutos de las nuevas Agencias Públicas que han salido de ella".

Concretamente, la manifestación ha sido convocada por la Plataforma de Empleados Públicos de Andalucía (PEPA), la Plataforma de Opositores y Funcionarios de la Junta de Andalucía, la Asociación El Tercer Lado, la Plataforma de Enseñanza Pública de Andalucía, además de por las organizaciones sindicales CSIF, USO-A, Ustea, Safja, Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), la Asociación de Agentes de Medio Ambiente de Andalucía (Aamaa), la Asociación Sindical Piensa Volens y la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía (APIA).

Los empleados públicos piden la derogación de la Ley de Reordenación del sector público y han dejado claro que esta nueva movilización, a pesar de que coincide con las elecciones municipales del 22 de mayo, "no es nada político", de forma que "si coincide con las elecciones municipales, es pura coincidencia y porque los estatutos y protocolos de integración de las nuevas agencias que contempla esta reordenación se han aprobado en estas fechas". (Europa Press)


publico

mireyamil dijo...

Mas es un tipo sin ideología, un advenedizo de la burguesía catalana; no es Pujol, que era un cristiano que luchó por la democracia. Son dos personas muy distintas y tiempos muy distintos; ahora ya no se puede decir que CiU sea un partido moderado, es derecha neoliberal y el neoliberalismo, que no es una teoría económica, sino una ideología, imprime extremismo a las ideas porque propugna la desaparición del estado despreciando a la democracia, un coctel letal. El PP es lo mismo pero con fascistas, y el PSOE es como CiU pero vende una cara progresista, aunque sus políticas neoliberales le han desacreditado como partido socialdemócrata. En general, todos hablan de democracia pero la desprecian.


publico