Girona.- Amapolas en lugar de viviendas

ELPAÍS* : El nuevo barrio de Domeny, la última gran zona urbanizable que queda en Girona, ya tiene ramblas, aceras, semáforos y parques infantiles. Pero faltan las viviendas para los usuarios de estos servicios. Ningún promotor ha solicitado una licencia para los 1.200 pisos que proyectaba el plan parcial del Ayuntamiento. De momento, en los solares crecen amapolas y margaritas. Los únicos ocupantes son los obreros, que se afanan en acabar el pavimentado, y los jardineros, que han llenado de árboles y plantas el barrio. Los trabajadores se sorprenden de que no haya ningún proyecto en marcha en las 25 hectáreas que ocupa el terreno, situado entre una fábrica de Nestlé y el antiguo barrio de Domeny. "No me lo puedo creer. ¡Tú no sabes el curro que lleva esto!", exclama uno de ellos. Llevan seis meses plantando árboles y plantas.
El pleno del Ayuntamiento aprobó en 2006 la reparcelación de las fincas, calificadas como suelo rústico, para crear 35 parcelas con 113.000 metros cuadrados de suelo edificable.

Roser Mutgé, vecina de 79 años de una imponente masía situada tras la urbanización, vendió los terrenos en aquel momento. Recuerda que allí siempre hubo campos de cultivo. "Plantábamos maíz, trigo, de todo", explica. Las obras de urbanización, que comenzaron en 2008, están prácticamente acabadas, y el Ayuntamiento ya ha hecho llegar la luz y el alcantarillado.

Algunos aprovechan las instalaciones como una moderna pista de skate, situada en uno de los márgenes de la urbanización en la que relucen las pintadas. "Está muy chula", dice André, un brasileño de 20 años. Es la única pista que hay en la ciudad, por lo que los skaters han corrido a usarla, aunque según el Ayuntamiento aun no está terminada. El cartel de "peligro, tensión" que cuelga de una valla no les da miedo. Mejor aquí que esquivando a la policía por la ciudad. "Ya se han hecho algunas pequeñas exhibiciones", dice Leni, un joven hondureño que da saltos con su patinete.

Las obras de urbanización han costado unos 10 millones de euros, de los cuales el Ayuntamiento ha desembolsado uno. El resto corre a cargo de los propietarios de los terrenos. Además, el Consistorio deberá hacerse cargo a partir de ahora del mantenimiento de las instalaciones y los parques infantiles. De las 1.200 viviendas proyectadas, el 30% serán de protección oficial. Pero tampoco estas van a empezar a construirse de momento. "Ya tenemos pisos públicos a nuestra disposición en otras zonas. No vamos a poner a gente a vivir aquí en un gueto", razona la concejal de urbanismo, Isabel Salamaña (PSC).

La historia del incipiente barrio está llena de sobresaltos. En 2009, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña invalidó el Plan Especial que el Consistorio había aprobado en 2005 y obligó a reiniciar su tramitación. El pasado febrero, el pleno tuvo que modificar varios aspectos del proyecto que unas propietarias habían llevado a los tribunales.

La urbanización tiene dos carriles bici, dos campos de petanca, todo tipo de juegos para los niños e incluso una zona que parece una futura pista de patinaje. "Todo es de la ciudad", dice Salamaña, que añade que el Consistorio lo mantendrá como hace con el resto de parques. "Los domingos está lleno de niños y gente de la zona paseando", dice.

"Aquí pondrán seguridad, ¿no?", pregunta un trabajador de una empresa encargada de las obras, sorprendido al conocer que por ahora no habrá pisos. "La verdad, me sabe mal. Cuando se acaba una obra siempre va gente a hacer pintadas", concluye.


* El País - 4.05.11
Foto: Girona, vista general - tripadvisor

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