Hacienda resalta que Roca era insolvente al llegar a Marbella

MÁLAGAHOY* : Juan Antonio Roca llegó al Ayuntamiento de Marbella sin un duro y con sus empresas en quiebra. Los técnicos de la Agencia Tributaria que se incorporaron al equipo de investigación del caso Malaya echaron ayer por tierra los argumentos esgrimidos por el principal acusado en esta causa, quien afirmó durante su declaración ante el tribunal que poseía más de 6 millones de euros el día que fue contratado por Jesús Gil para gestionar la revisión del plan general de ordenación urbana (PGOU) del municipio. Roca aseguró durante su declaración a comienzos de marzo que durante los 80 y primeros años de la década de los 90 había desplegado una importante actividad empresarial tanto en Murcia como en Marbella que le habían hecho titular de un patrimonio superior a los 6 millones de euros. Y que fue ese capital el que utilizó para crear la trama societaria que le llevó a amasar 200 millones de euros. Sin embargo, los expertos de la Agencia Tributaria se encargaron ayer, con precisión y frialdad de presentarlo como un insolvente que sólo consiguió enriquecerse al calor de los apaños organizados gracias a su poder en el Ayuntamiento.

Explicaron que en 1987 los ingresos anuales del presunto cerebro del caso Malaya ascendían a 7.000 euros, dos años después figuraba en el registro de impagados (RAI) por la devolución de unas letras y que entre 1991 y 1992 percibía el subsidio por desempleo. En mayo de 1992 Gil lo contrató como gerente de la sociedad Planeamiento 2000 y en su declaración de la renta de dos años después ya figuraban un salario de 44.000 euros de sueldo que en 2001 se había elevado a 153.000 euros. Al tiempo, las empresas de Juan Antonio Roca, de acuerdo con la versión aportada por los técnicos de Hacienda, eran una pura ruina. La constructora Comarsa era objeto de un procedimiento judicial por quiebra fraudulenta, finalmente archivado tras un acuerdo con los denunciantes, y Marbella Inversiones estaba "en quiebra técnica" y "con fondos propios negativos".

La Agencia Tributaria apenas si le conoce tres negocios inmobiliarios a esta última sociedad, los tres poco provechosos desde el punto de vista económico. En uno de ellos ejercía de mera intermediaria en una operación de compra y venta de Jesús Gil. El exasesor de urbanismo se aferra esencialmente a Marbella Inversiones para argumentar que tenía una importante actividad empresarial que, a consecuencia de la investigación por insolvencia punible y su inhabilitación provisional como administrador, se vio obligado a difuminar tras una serie de empresas creadas por el gabinete jurídico Sánchez Zubizarreta-Soriano Pastor, que ejercía de fiduciario de sus intereses. A estas alturas del procedimiento acusaciones y acusados coinciden en ese punto: detrás de las empresas se ocultaba Juan Antonio Roca. En lo que no están de acuerdo es en cómo se gestó y alimentó ese entramado.

Roca mantiene que la estructura societaria se puso en pie gracias a sus negocios previos y que creció gracias a préstamos internos, proporcionados entre otras por Gracia y Noguera, firma de la que también era dueño. Los técnicos de la Agencia Tributaria, en cambio, afirman que estaba "totalmente en crisis" antes de llegar al Ayuntamiento de Marbella y que creó un entramado de sociedades a nombre de terceras personas supuestamente para esconder los fondos que obtenía con el manejo irregular del urbanismo de Marbella.

También cuestionaron estos testigos la capacidad de Gracia y Noguera para prestar dinero a otras empresas del grupo. Esa situación no se pudo dar "en ningún caso". Formalmente figura que esta entidad prestó 2,1 millones de euros a otras compañías del grupo, pero los técnicos de Hacienda dicen que hacer constar reconocimientos de deuda era una simple fórmula para simular el origen real del dinero. Uno de los testigos explicó cómo llegaron a una sociedad de Juan Antonio Roca 270 millones de pesetas coincidiendo con un convenio por el que el Ayuntamiento se comprometía a entregar a Emasa, empresa del promotor Tomás Olivo, una finca rústica para uso comercial.


* Málaga Hoy - 12.05.11
Foto: Juan Antonio Roca conversa con el también procesado Salvador Gardoqui, acusado de gestionar su contabilidad B.- malagahoy

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