La Audiencia alerta del desánimo de los jueces que juzgan la corrupción

DIARIODEMALLORCA* : Un informe elaborado por el presidente de la Audiencia de Palma, Carlos Gómez, advierte de la "desmoralización" reinante en las dos salas de lo Penal de esa instancia, unos órganos sobrecargados de trabajo y encargados de enjuiciar complejos casos de corrupción política, delitos económicos y potentes redes de narcotráfico. El estudio, que ha sido remitido al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), constata que los tribunales de lo penal de Palma no son destinos atractivos: los jueces se marchan a otros juzgados y nadie quiere sustituirles.
El documento redactado por Carlos Gómez ha sido aprobado por la sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia (TSJB), que también ha decidido elevarlo al CGPJ, de cara a la adopción de medidas para paliar un problema arrastrado desde hace años.
La plasmación en un documento oficial de la desmoralización reinante entre los ocho magistrados de las secciones primera y segunda coincide con el cambio de la toga de juez por la de abogado de Miguel Arbona.

Este prestigioso magistrado, destinado en la sección primera de la Audiencia, ha decidido, para antes del verano, fichar por uno de los bufetes más activos de Palma. Arbona, al igual que muchos compañeros, era un juez vocacional y llegó hace unos años a la Audiencia con gran ilusión.
El negro panorama de la sección primera, a la que el informe de Gómez describe como aquejada "de una situación de mal funcionamiento crónico", ha forzado a Arbona a cambiar de trabajo. Antes que él, ya se fueron de las salas penales los jueces Catany, Mulet e Izquierdo. Otros compañeros barajan marcharse en cuanto salga un buen destino o, incluso, adelantando su jubilación.
Entre las medidas que reclama el TSJB para remediar la fuga de magistrados se hallan la adopción de estímulos económicos y el permitir que los jueces puedan conciliar la vida laboral y familiar.
Hoy un magistrado de las dos secciones penales tiene que dedicar tardes, fines de semana y vacaciones a resolver apelaciones, dictar autos y sentencias, si no quiere que le "pille el toro" de la sobrecarga de trabajo.
Otra de las desventajas de esos tribunales radica en los periódicos desplazamientos a Maó e Eivissa para juzgar "in situ" casos de Menorca y las Pitiüses. "Estos viajes nos cortan el ritmo de trabajo, suponen estancias lejos de la familia de varios días y podrían evitarse mediante sistemas de vídeo conferencia u otras fórmulas", comenta un juez.

Plan de choque
El CGPJ, por boca de tres de sus vocales, prometió el 19 de abril en Palma tomar cartas en el asunto. Se habló de aplicar "un plan de choque" para taponar la herida sangrante en dos tribunales básicos para la Justicia insular.
El informe de Gómez, bendecido por la sala de Gobierno del TSJB, habla de tres fases. La primera sería a corto plazo y consistiría en mantener la actual sala de refuerzo, un tercer tribunal de lo penal integrado por magistrados de ese orden y de lo civil y que se dedica a tratar de reducir la carga pendiente. También habría que nombrar dos funcionarios de refuerzo. A medio plazo se tendría que crear la sección tercera de lo penal (la sexta de la Audiencia). Y a largo plazo mejorar la calidad de vida de los magistrados.


* Diario de Mallorca - 11.05.11
Foto: Un juicio en la Audiencia contra una numerosa banda de narcotraficantes, todos los que se ven en primer plano.- diariodemallorca

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