Entre guiñar los ojos y cerrarlos

CARLOS SEVILLA PERIS/DIAGONAL* : Nueve semanas después de la primera acampada, la actualidad política está atravesada por las reivindicaciones consensuadas en las plazas de todo el Estado. A pesar de ello, ni PP, ni PSOE han abanderado ninguna de sus grandes propuestas. Una muestra de esto son dos temas que han ocupado las portadas de los diarios: en el Debate del Estado de la Nación se han tomado medidas para paliar el impacto sobre las familias de la hipoteca, insuficientes según los movimientos por una vivienda digna; y la falta de transparencia en la gestión de un impuesto como el canon digital ha permitido que el Ministerio de Cultura no ‘controlara’ sus usos.
“Lo que hemos visto en las últimas semanas son manifestaciones, protestas y demandas realizadas al amparo de derechos democráticos. Forman parte de la fisiología y no de la patología de nuestro modelo de convivencia. Y reivindican el valor de la política”. Esta fue la primera referencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al movimiento 15 de Mayo en el Debate sobre el Estado de la Nación. Sin embargo, el intento del ejecutivo por simpatizar con los “indignados” no es nuevo.
La aparición del 15M en plena campaña electoral llevó al Gobierno a cuidar su discurso y evitar una mala imagen que le perjudicara en las urnas. “Creo que deben ser los partidos de la izquierda los que tenemos que dar contenido a nuestra agenda para que esos sentimientos de injusticia que se traslucen en esas protestas se vayan amortiguando”, aseguró Ramón Jáuregui dos días antes de los comicios.

El ministro de la Presidencia, uno de los más activos del Gobierno en el reconocimiento del 15M, añadió después en el Senado: “El Gobierno es consciente de que hay un transfondo de protesta y de queja que tenemos que entender, que tenemos que atender, bien sea una protesta por el paro, por la crisis económica, por la manera en la que estamos teniendo que constreñir nuestro gasto público a las dudas de los mercados sobre las deudas soberanas, por las formas de participación en la política, o por el comportamiento de algunos políticos”.

Sin embargo, a pesar de esta supuesta predisposición, el Gobierno no ha asumido ninguna de las propuestas del 15M. Aunque en el Debate sobre el Estado de la Nación se mostró partidario de reflexionar sobre ello, Zapatero pasó una vez más por encima de la reforma de la ley electoral, sobre la que Jáuregui había afirmado que “no es la panacea de la democracia” porque soluciona unos problemas pero crea otros. En esta misma intervención, y sobre la idea de reforzar el control financiero, Jáuregui afirmó: “Lo que se expresa en ese movimiento, y yo comparto esa reivindicación, es que la política ordene los mercados. No dejemos que el mercado o los sistemas financieros desregulados y globalizados nos impongan un modelo de sociedad”.

Bloqueo legislativo a la ILP

Si, como han repetido los medios, el Gobierno le ha guiñado los ojos al 15M en sus declaraciones públicas, parece que ha preferido cerrarlos a la hora de atender sus reivindicaciones de forma concreta. El máximo acercamiento a las propuestas del 15M se ha producido en materia de vivienda. Zapatero anunció en el debate celebrado entre el 28 y el 30 de junio un incremento de la parte del sueldo que no puede ser embargada por los bancos en los casos de impago de la hipoteca, que pasará de 641 euros a 961.

Una respuesta a la campaña de paralización de desahucios emprendida por el movimiento 15M y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Sin embargo, la medida, aprobada con los votos de PSOE, PP y CiU, se queda corta al lado de la propuesta de los simpatizantes del 15M y la PAH, que plantean que la entrega de la vivienda hipotecada salde la deuda con el banco, la conocida “dación en pago”, propuesta sin éxito por ERC, IU-ICV y BNG. A raíz de la relación de los bancos con los hogares hipotecados el candidato socialista a las próximas elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo su particular guiño al movimiento de los indignados: “Ahora todos nos hacemos de cruces porque hay hipotecas que se dieron y la pregunta es ¿y los bancos que las dieron? ¿Ahí no hay ninguna responsabilidad, es que ellos no tienen nada que decir?”, se preguntó Rubalcaba.

No obstante, unas horas después de estas declaraciones Público anunciaba que la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) a favor de la dación en pago estaba bloqueada después de que una plataforma minoritaria de Valencia se adelantase a las Plataformas de Afectados por las Hipotecas a la hora de registrar en el congreso la ILP, lo que impedirá de facto que se recojan las 500.000 firmas necesarias para que se tome en consideración un cambio en la ley hipotecaria al menos hasta marzo de 2012.

* Diagonal - Opinión - 11.07.11

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