N-1: una red social no mercantilizada es posible

DANIELE GRASSO* : No es posible comprender completamente el impacto del movimiento 15M sin internet, pero ¿se puede hacer un uso de la red sin caer en sus trampas? N-1 es la respuesta.
Es noticia de las últimas semanas que Google volverá a intentar hacer negocios con el mercado de las redes sociales. El gigante de la red no está dispuesto a quedarse impasible ante los dólares que entran a ríos en las cajas de Facebook. Frente a esta nueva demostración de que las Redes Sociales en Internet (RSI) son uno de los principales objetos de deseo para el mercado, hay otras alternativas que surgen desde y hacia los movimientos.
En este escenario, ¿cómo puede posicionarse un movimiento social? El último en llegar, el movimiento 15M, ha sido, de cara al gran público, un movimiento que ha alcanzado difusión sobre todo gracias a los tuits (mensajes de Twitter) y a los grupos de Facebook. Pero el movimiento no se ha limitado a usar los servicios de estas empresas multimillonarias, consciente de que, como decía la escritora feminista Audre Lorde, “las herramientas del amo nunca desmontarán la casa del amo”. Bajo este lema se esconde la filosofía de N-1, una red social basada en software libre que forma parte del proyecto Lorea, semillero de redes sociales presentado en el Hackmeeting de 2009.
Cualquiera que se haya acercado a los grupos de trabajo de Acampada Sol ha oído nombrar la dirección web https://n-1.cc/, cuya escritura diferente a la de la mayoría de dominios en Internet ha llegado a darle casi un aura mística, de página desde la cual se mueven los hilos de todo un movimiento. De hecho es allí donde se encuentran, libres y listas para ser compartidas o modificadas, actas, órdenes del día, propuestas, relaciones de comisiones y muchos más instrumentos utilizados por el movimiento 15M.

En realidad, N-1 es una RSI ‘por el pueblo y para el pueblo’. "Las redes sociales son demasiado importantes para creer que solo empresas comerciales pueden ofrecernos herramientas y plataformas para poder mostrarlas, construirlas o mantenerlas", nos comenta spideralex, quien ha tomado parte en la creación del proyecto Lorea y N-1. Y es que confiar en las RSI ’tradicionales’ puede suponer una importante renuncia a la libertad, sobre todo cuando sus ganancias provienen de “poner en peligro el derecho al anonimato, a la privacidad, la identidad electrónica; exponerse a que hagan comercio con tus datos personales, la minería de datos por gobiernos o agencias, etc.”, según denuncian varias asociaciones de hacktivistas, como Ipppolita. En España, los casos de la clausura de páginas como la del grupo en apoyo a la III Intifada palestina, la de Izquierda Anticapitalista que convocaba a una manifestación en contra de la cumbre de la OTAN en Lisboa en Noviembre de 2010 o el veto al grupo organizador de la Contracumbre de la Educación de Madrid en abril de 2010 son sólo algunos ejemplos.

La importancia que tiene para un movimiento crear una propia herramienta de interacción social en internet reside en la posibilidad de “desarrollar nuestra soberanía tecnológica” y de hacerlo para recuperar “las redes sociales como conjunto de relaciones y contactos que establecemos como activistas, como colectivos y acciones colectivas que luchan para la transformación social y política”, añade Spideralex.

Aun así, el objetivo de una red como N-1 no es enfrentarse a las RSI ‘tradicionales’ o condenarlas siguiendo su misma lógica de competitividad. En este sentido, recuerda spideralex, “dentro de Facebook la lógica es individualista, los intercambios y herramientas están centrados en el individuo”. En N-1 en cambio “también se parte de la subjetividad individual, pero ésta es tan importante como lo son los grupos”.

Movimientos en N-1 Uno de los colectivos no iniciadores del proyecto que antes se sumaron a esta red en España fue la Cooperativa Integral Catalana (CIC), centrada en el fomento de iniciativas cooperativistas y de alternativas al capitalismo. En su caso, no utilizan ninguna otra red social. “Nosotros entendemos N-1 sobre todo como una herramienta de trabajo especialmente útil cuando hay muchos grupos, mucha información”, destaca Enric, uno de los miembros de la CIC. En su opinión, no se pude negar el “componente de superactualidad” de, por ejemplo, Twitter, que puede ser fundamental para la difusión de convocatorias, pero destaca que, a largo plazo “lo que puede dar continuidad y consolidación a los movimientos son herramientas de trabajo como N-1, donde sabemos que nunca vamos a levantarnos con nuestra cuenta censurada”.

Operando “desde y hacia” los territorios de Latinoamérica, LabSur es otro colectivo que ha apostado por N-1 desde su nacimiento. “Tienes que saber con quién trabajar, y ‘fakebook’ es definitivamente un sistema de control y explotación más que de apertura”, comenta a DIAGONAL Alejo, que gestiona la cuenta del grupo en la red de Lorea. Este miembro de LabSur subraya que, más allá de las herramientas visibles que la red ofrece, como wiki, etherpad, blog, galerías de fotos y video o chat, una de las grandes aportaciones de Lorea es la de “generar un contexto acorde con movimientos cuyos principios no obedecen a intenciones de lucro”. Alejo destaca que el carácter abierto y libre de N-1 “es fundamental para que los contenidos y pensamientos que se generen no sean cooptados por la plataforma”.

El 15M y N-1 “No sé quién está detrás de toda esa difusión, y no sé quién proclamó esa red social como la oficial del 15M, pero así fue y así es, no podemos hacer absolutamente nada”. Esta polémica visión del uso de N-1 por parte del movimiento 15M, aportada por uno de los desarrolladores de spanishrevolution.es (SR) aclara la amplitud de difusión que ha llegado a tener esta red. Dentro de la misma plataforma de spanishrevolution. es, las opiniones son distintas, como es el caso del usuario dud3ism: “Para aglutinar todas las herramientas de comunicación del movimiento, seguir en N-1 me parece esencial”, comenta en una discusión sobre el tema en la plataforma. Entre los que han tomado parte en el movimiento, muchos no han visto la necesidad de una elección entre las redes disponibles. Juventud Sin Futuro, por ejemplo, tiene un perfil activo tanto en Facebook como en Twitter, pero se plantea utilizar el grupo de N-1, tras ver cómo una plataforma de software libre es utilizada de forma masiva, “para comunicación interna” y coordinación entre los grupos presentes en todo el Estado.

“La pagina de Facebook no la cerramos, va a ser más un espacio de comunicación cara al exterior que queremos mantener”, asegura Tomás Muñoz, uno de los militantes de Juventud Sin Futuro. En su opinión, “si no hubiera irrumpido el 15M, casi nadie habría conocido de antemano el N-1, con lo que estar presentes allí hubiera sido impensable”, concluye Muñoz.

UN MODELO HORIZONTAL //

FORTALEZAS

MILES DE DOCUMENTOS PARA COMPARTIR. Pone a disposición wikis, piratepad, galerías y da la posibilidad de cargar documentos en cualquier formato, de forma que permite compartir ficheros de distinta clase.

UNA PARTICIPACIÓN HORIZONTAL EN LA RED. Cualquiera puede ser parte activa de los grupos en los que entra y se genera un contexto de contacto entre los grupos. Recupera así la parte humana de las redes sociales como base de la sociedad.

CORRESPONSABILIDAD Y TRABAJO COMUNITARIO. Es una red basada en el software libre, la comunidad de desarrollo es abierta y la toma de decisiones sobre la herramienta es asamblearia.

DEBILIDADES

MENOS VISIBILIDAD QUE LAS REDES COMERCIALES. Como N-1 tiene menos usuarios que las redes sociales comerciales, los grupos en N-1 tiene menos visitas y por tanto poco efecto a la hora de promocionar convocatorias urgentes.

DIFICULTADES PARA ENCONTRAR CONTENIDOS. Hay problemas de estructuración, etiquetado e indexación de contenidos, por lo que no es fácil encontrarlos. También quedan por mejorar los mecanismos de filtrado para evitar saturación y ruido.

UNA INTERFAZ POCO AMABLE PARA NO INICIADOS. Para quienes no estén acostumbrados a sus herramientas, no es fácil un acercamiento inmediato a la red N-1, ya que su estructura no copia la de otras redes sociales.

* Diagonal - Opinión - 20.07.11

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