El embudo que come a los coruñeses

FRANCISCO ESPIÑEIRA* : Diez años después de que el Ayuntamiento -gobernado por Francisco Vázquez- y el Gobierno central -dirigido por Aznar- pusieran en marcha el protocolo para ampliar la avenida de Alfonso Molina y generar una entrada más rápida a la ciudad, la situación sigue en el mismo punto. Los estudios técnicos y económicos se acumulan encima de las mesas de los sucesivos alcaldes, concejales de Infraestructuras y Urbanismo, presidentes del Gobierno y ministros de Fomento.
Y mientras el dinero se escapa entre tanto folio, miles de ciudadanos, coruñeses y residentes en el área metropolitana de la ciudad más pujante de Galicia, la misma que aporta más de un tercio del PIB gallego, siguen consumiéndose cada día en un atasco casi perpetuo, en el que las retenciones se forman ya porque sí, sin más motivo que la imposibilidad de que circulen más coches de forma simultánea por la ciudad.
La última decisión del gobierno central en funciones parece casi una tomadura de pelo para estas miles de personas que cada día despilfarran su tiempo intentando superar el atasco perpetuo.Resulta que el Gobierno -en funciones- acordó iniciar las negociaciones con la empresa concesionaria -que pertenece al fondo inversor americano Citi- para aumentar el precio del peaje de la autopista que sirve de cordón umbilical de la ciudad con el mundo para que acomete las obras de ampliación del vial a su paso por Santiago y en el puente de Rande.

O sea, que, si no se han explicado mal, el resumen es que se van a emplear los fondos de todos los automovilistas gallegos que usan la AP-9, la vía más rentable de toda España, en aumentar las ganancias de un fondo inversor estadounidense a cambio de hacer obras en dos sitios y olvidarse de un tercero que lleva diez años esperando a que le den un poco de aire a la vía de salida y entrada de la ciudad que soporta una densidad circulatoria superior a la de la Castellana madrileña.

Y, si nadie lo remedia, los coruñeses habrán de seguir sufriendo el colapso de esa injusticia histórica mientras las sucesivas administraciones pasan de largo sobre las soluciones que la comarca demanda. Ya de poco sirve anunciar que la panacea la traerá la tercera ronda. Si los plazos más optimistas se cumplen, ese trazado alternativo, más bien complementario, no estará operativo al completo antes del 2013. O sea, que nos quedan al menos dos años de atasco perpetuo con la paciencia como único remedio.

La AP-9 es la vía más rentable del país y ahora quieren subir el peaje para su ampliación

* La Voz de Galicia - Opinión - 27.11.11


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