México.- Corrupción urbanística

CRÓNICADEHOY* : La corrupción no es un fenómeno nuevo ni mucho menos de poca importancia. La corrupción puede afectar a todas las poblaciones con independencia de su tamaño, su situación y el partido que les gobierna. De acuerdo con datos estadísticos, el costo de la corrupción es aproximadamente el 8% del PIB mundial. La corrupción se produce donde hay un caldo de cultivo adecuado para la misma, en especial donde hay perspectivas de inversión inmobiliaria y la posibilidad de que lleguen los sobornos.
La corrupción supone sin más, la deslegitimación del sistema democrático, es uno de los mayores cánceres de la democracia y puede dar lugar a la aparición de líderes populistas y a mayor corrupción. Surge así lo que se puede llamar “políticos de negocios”, es decir, aquéllos con las habilidades necesarias para desenvolverse en un sistema corrupto. Se gesta una nueva clase de político, de modo que al partido político sólo interesa el que consigue dinero para el propio partido dentro de los mismos municipios.

Otro tipo de corrupción, caso de los concursos y subastas, sobre todo de las obras públicas, las malversaciones, el uso de medios públicos para fines privados o las contrataciones de personal. La corrupción o la capacidad de corromperse es algo tan evidente que incluso el responsable político más honrado de una localidad tiene difícil resistir a esa importante inversión que genera puestos de trabajo y riqueza y aún actuando de buena fe y en interés de los habitantes del pueblo, puede conseguir unos buenos resultados sobre todo electorales.

Otro tema interesante es cuando la relación con el empresario permite que se lleven a cabo ciertos proyectos, como por ejemplo patrocinios desinteresados que favorecen la proyección del político en turno. Habría que plantearse si esos acuerdos son también corrupción.

Estos factores llevan a que cuando el político de un municipio es investigado o detenido por actos de corrupción sea defendido y aclamado por sus vecinos.

La corrupción causa perjuicios a la sociedad en general. Por ejemplo, nadie piensa que cuando se corrompe a alguien por un acto injusto, ese dinero repercute directamente en el precio de la vivienda. Otro caso es la venta de patrimonio municipal, cuando se vende un terreno municipal, se está vendiendo patrimonio de todos. Sin embargo, un Ayuntamiento que vende suelo, además de posibilitar la construcción en esos terrenos, creando una sensación de desarrollo y riqueza, obtiene fondos para el Ayuntamiento que puede destinar a la inversión (obras públicas que tanto lucen), pudiendo incluso crearse una cierta red clientelar.

Por otra parte, se difunde la idea de que el mejor político es el que consigue mejores condiciones para la localidad de inmediato y muchas veces al costo que sea. Es aquel que favorece la inversión inmobiliaria en la localidad y por lo tanto mejora las cantidades a obtener por la venta de terrenos de los ciudadanos, crea puestos de trabajo o atrae el turismo. Además la construcción permite obtener grandes ingresos al municipio que permiten crear infraestructuras (vías de comunicación, obras públicas, instalaciones deportivas).

Pocos se detienen a pensar en la pérdida de suelo municipal o en los problemas de tráfico, de servicios o saneamientos, problemas que se pueden plantear mucho después cuando el político ocupe otro puesto y sean otros los que deban de resolver el problema o la falta de ingresos y nadie se acordará probablemente de que los problemas del presente proceden de la gestión del pasado.

En general se tiene la consideración de que la corrupción es un mal inevitable y se tolera un mínimo. Nadie ve mal no declarar todos los ingresos a Hacienda, tratar de beneficiarse si se tiene amistad con un funcionario o situar en la administración a parientes y allegados si se tiene la posibilidad. En el caso de la corrupción muchas veces se piensa que sea quien sea el responsable político y el partido a que pertenezca, va a existir la corrupción y se admite la misma, siempre que el político sea eficaz y salvo que el responsable sea excesivamente corrupto.

Nadie está ajeno a la corrupción, políticos, responsables de las fuerzas de seguridad del Estado, jueces, procuradores, titulares de oficinas administrativas, todos ellos figuras públicas y en cierto contexto famosos en lo general, pero también existen aquellos que pasan desapercibidos, que aunque no son personajes menos importantes de la corrupción, pues no figuran tanto socialmente, pueden verse seducidos por estas actividades o estar directamente involucrados en las mismas.

Es frecuente que se acabe pagando corrupción por obtener licencias, permisos o autorizaciones en distintos municipios gobernados por distintos partidos políticos. Incluso es posible que se valore la inversión en una u otra localidad según el costo o tarifa que hay que pagar a los que los gobiernan.

Los factores que influyen en la existencia de la corrupción urbana son muchos y muy variados, pero entre ellos podemos destacar:

a) El poder de decisión en el ámbito urbanístico lo ostentan los Ayuntamientos. La mayor parte de las determinaciones y decisiones en materia de urbanismo recaen en personas con escasa preparación y en ocasiones sometidos a escaso control, que toman las decisiones sobre cómo se puede construir, dónde y con qué autoridad.

Existe una falta de transparencia y control ciudadano de los procesos de gestión y administrativos. El urbanismo se convierte en algo en que las decisiones no se toman por los órganos de los Ayuntamientos en la sede de las instituciones con normas y criterios objetivos y claros, sino en los restaurantes, bares, antros, en reuniones extraoficiales y en el que en muchas ocasiones no se busca el interés general y el beneficio de la comunidad, sino el interés electoral y personal.

b) Necesidades de financiamiento municipal. Ante la carencia de ingresos suficientes de los Ayuntamientos, gran parte de los gastos y de las inversiones se pagan con el urbanismo, que se convierte así en la fuente principal de financiación de muchos Ayuntamientos.

c) Ausencia de controles y de supervisión e inspección y disciplina urbanística. Los gobiernos ocasionalmente se limitan a denunciar las supuestas irregularidades a la Auditoría, Contraloría o Procuraduría, instituciones casi siempre sin facultades ni atribuciones de acción en esta materia, para cuando la resolución judicial llega, muchos años más tarde, ya el edificio está terminado y la construcción es irreversible.

d) Ineficacia de la respuesta judicial. No existen Juzgados especializados ni unidades policiales dedicadas en exclusiva a estas materias, no existiendo verdaderas unidades de Policía Judicial que bajo las órdenes del Juez, lleven a cabo las investigaciones, desprendidas del orden administrativo.

En cuanto a las consecuencias de estas actividades destacan:

a) Se vulnera el derecho a una vivienda digna y decorosa, adecuada a las necesidades de la población (artículo 4 de la Constitución). Se paga más por la vivienda, en tanto siga su precio afectado entre los costos del suelo especulativo y los de la corrupción.

b) Se vulnera el derecho a un medio ambiente adecuado para el desarrollo de toda persona. Parece aceptarse la idea de fondo de que, cuanto más se construya, cuanto más se urbanice, MEJOR, preocuparse por lo que se deja a las generaciones futuras, será problema de esas generaciones futuras.

c) Se produce la pérdida del patrimonio municipal del suelo en tanto se venden terrenos, municipales, estatales o federales, a particulares para conseguir ingresos y cuando las plusvalías producto de ellas no se quedan ni contribuyen al patrimonio municipal.

d) Pérdida de servicios y calidad de vida. La facilidad constructiva y el urbanismo insuficientemente planeado, nos lleva a la creación de ciudades confusas y difusas, con problemas de comunicaciones, escuelas, abastecimientos, servicios, etc.


* La Cronica de Hoy - opinión - 5.12.11
Foto: México, centro capital - viajes

0 comentarios :