El 15 -M sacude el sistema

JOSEBA ELOLA/Madrid* : Ni Ni-Nis, ni violentos, ni ciudadanos solo a golpe de ratón. Jóvenes concienciados con las libertades civiles se levantaron para encabezar una protesta que persigue un gran cambio.
Jon Aguirre Such abrazaba con los dientes apretados. No podía contener la emoción, la rabia acumulada, la indignación compartida. Estaba viviendo un sueño. Un sueño que se ha hecho realidad. El sueño de muchos. Este joven de discurso articulado y fluido, estudiante de arquitectura de 26 años, y portavoz de Democracia Real Ya, abrazaba con fuerza y con rabia. Sucedió el martes 17. El martes mágico. A las ocho de la tarde. En la Puerta del Sol.
Sí, porque el martes apareció la magia de lo espontáneo. El milagro de la comunicación. La potencia de difusión del mensaje a través de las redes sociales. La fuerza de una nueva generación.
El ahogado sentimiento de la indignación reventaba todas las costuras.
Jon ya se había emocionado el domingo, cuando encabezaba la manifestación del 15 de mayo. Al llegar a la altura del Círculo de Bellas Artes, en la madrileña calle de Alcalá, echó la vista atrás: todo lleno de gente hasta Cibeles. "Casi me pongo a llorar. Veía a todo el mundo con cara de ilusión: '¡Es posible!". Jon cuenta su historia con orgullo, con pasión: "Acabamos de escribir Historia. No hay marcha atrás". Jon Aguirre Such, con su camisa de flores y su americana negra, con su bigote fino y sus impecables botines negros, no obedece al perfil clásico del antisistema. Como la abrumadora mayoría de los que de modo espontáneo se sumaron a la protesta que fagocitó la campaña y convirtió el marketing electoral en plástico.

Gente. Mucha gente. Gente colorida. De todos los colores. Así los retrató El Roto, el maestro. Portando una gran bandera blanca: "Los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron...". Difícil expresar más con menos. Difícil sintetizar mejor la lectura del deseo y del sentir del común de los indignados. La viñeta se publicó el miércoles 18 de mayo en EL PAÍS. Al día siguiente del martes mágico. Los indignados la hicieron suya. Saltó esa misma noche, ampliada, a las farolas de la Puerta del Sol.

¿Quién se lo iba a decir a Carlos, a Carlos III, El Político, que dirigiría con gesto impasible a las huestes de semejante protesta cívica, a lomos de su caballo, con largas faldas azules y coloridos globos volando? Bajo su egregia estatua se cocinó la revuelta, Acampada Sol, la concentración heredera del 15-M; la que generó movimientos espejo en Barcelona, Valencia y Vigo; en Bruselas, Londres y Nueva York.

Los ojos de jóvenes de todo el mundo mirando a las inusitadas huestes de Don Carlos.

El martes 17 fue mágico. Mágico porque no había nada preparado. Brotó una concentración espontánea, vitaminada por las redes sociales. La manifestación del 15-M, sin embargo, fue el fruto de un concienciado y concienzudo trabajo. Tres meses de preparación. Lo del martes, fue otra cosa. Algo nuevo. Distinto.

Fabio Gándara, la cara más visible de Democracia Real Ya, lo tuvo claro desde el principio, allá por diciembre. En el grupo de Facebook en que empezó a nacer el Movimiento 15-M había prisas por convocar movilizaciones. "Algunos dijimos: 'Vamos a esperar. Organizar una protesta como esta es difícil. La sociedad civil está dormida. Vamos a esperar tres meses, vamos a trabajar".

La sociedad civil ha despertado. O más bien, una parte de esta. Con los más jóvenes al frente. Con los que quieren ser presente y no futuro. Con los millones de desempleados, los parados de larga duración, los hipotecados al borde del desahucio, los que temen la llegada de un nuevo recibo, los afectados por los recortes, los decepcionados por la pobreza del discurso político, los indignados por el marketing electoral. Una generación muy preparada, crecida a la sombra de San Google, ha decidido ponerse en marcha.

¿Cómo es posible que se haya producido tan brusco despertar en tan poco tiempo? A ciertos mundos analógicos les cuesta comprender las dinámicas de la Red. La propagación instantánea y viral de mensajes. La realimentación, el efecto de contagio, los efectos multiplicadores. A ciertos mundos analógicos les cuesta entender cómo es posible que funcione una estructura horizontal, sin líderes, sin jerarquías. Donde todos aportan. Donde todos se sienten parte.

Pues, por lo que se ve, funciona.

"Son asambleas de 24 horas al día, siete días a la semana". Así explica el proceso asambleario on line Olmo Gálvez, uno de los cracks de las redes sociales de Democracia Real Ya. "La información se va actualizando, las ideas se van sumando, de forma caótica, pero funciona, da resultados. Es como si las redes tuvieran un cerebro propio que piensa. Se hacen propuestas, se llega a un acuerdo y a trabajar". Olmo Gálvez, granadino de 30 años, colaborador de empresas tecnológicas, no había acudido nunca a una manifestación hasta ahora. Estudió en un colegio del Opus. Cursó Ciencias Empresariales en el ICADE. Hoy es parte de Democracia Real Ya, DRY para los amigos, pronunciado a la inglesa. "Nunca entendí lo de salir a la calle solo para el pataleo. Lo importante es que las movilizaciones sean punto de encuentro, conectar con la gente y que de ahí salgan cosas".

Cosas, lo que viene a ser cosas, han salido.

"Unos 18 o 20 mataos con un presupuesto de 1.000 euros". Así empezó todo. Con media sonrisa lo cuenta Chema Ruiz, portavoz madrileño de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), comercial, de 47 años. Su organización su sumó a DRY hace dos meses. "Nos encontramos con un movimiento asambleario, sin líderes, a un grupo de gente variopinta, con ilusión por cambiar las cosas". Así arrancaron.

Fabio Gándara, el hombre en el origen de la que se ha montado, abogado de 26 años, arrancó el proyecto de movilización social junto a dos amigos: Eric Pérez y otra persona que prefiere permanecer en el anonimato. A principios de diciembre ya eran unas diez personas con una misma idea. Miraban a Islandia. A una sociedad de sólido recorrido democrático que era capaz de encarcelar a algunos de los responsables de la crisis, de promover reformas constitucionales. "Vimos que la ciudadanía podía cambiar las cosas", cuenta, con la mirada despierta, este joven que vino a Madrid, procedente de Santiago de Compostela, para estudiar Derecho y Ciencias Políticas. Miraron hacia el mundo árabe y observaron cómo sociedades desestructuradas articulaban protestas a través de las redes sociales. Crearon un grupo en Facebook, Juventud en Acción, y un blog.

En enero, ampliaron la base, se abrieron a organizaciones sociales. Horizontalizaron aún más su propuesta. Crearon un nuevo grupo en Facebook a cuyo bautismo no acudió el espíritu de síntesis: Plataforma de Coordinación de Grupos por la Movilización Ciudadana. Se fueron sumando espontáneos, blogueros, gente del movimiento ciudadano Estado del Malestar, la plataforma No les votes -que preconiza que no se vote a los partidos que apoyaron la Ley Sinde, PSOE, PP y CiU-... La lista fue creciendo, creciendo, creciendo.

El debate en las redes les llevó a compartir una serie de ideas: indignación, los ciudadanos están siendo olvidados en esta crisis, la perversión del sistema democrático conduce a un modelo bipartidista, los mercados están imponiendo recortes antisociales. ¿Conclusión? "Son dos los principales culpables: los políticos, nuestros supuestos representantes, que actúan en connivencia con los grandes poderes económicos; y los poderes económicos, que mediatizan a los grandes partidos políticos, imponen un marco de desregulación y especulan con los bonos de los países", resume Gándara. Y así se llegó al lema, una de las claves para aunar tantas sensibilidades: "Democracia Real Ya: No somos mercancías en manos de políticos y banqueros".

El lema tardó poco en convertirse en el nombre de la plataforma.

Se creó la web. Se descentralizó el movimiento. La lista de organizaciones que apoyaban la iniciativa iba engordando día a día. Todo se cocía en la Red.

A mediados de marzo se convocaban las primeras asambleas locales. La Casa de Granada fue el lugar en que se celebró la primera reunión en Madrid. "Fueron momentos de mucha ilusión. Era raro verse cara a cara. Todo esto ya se convertía en algo real", relata Gándara. "Comprobamos que éramos gente muy distinta pero que estábamos de acuerdo en lo básico".

El 2 de mayo celebraban una asamblea en el Retiro. Acudían unas 300 personas. Se establecían prioridades, todo aquel que se acercaba podía hablar. "Aquello parecía el Speaker's corner", recuerda en alusión al célebre espacio londinense para la libre expresión Merche Negro, colaboradora de DRY en temas de comunicación y cabeza de la plataforma audiovisual ciudadana Vudeo.org.

Juventud sin futuro, la Asociación de Desempleados ADESORG, No les votes y la plataforma ATTAC se convertían en motores del movimiento. Intermón Oxfam y blogueros como Enrique Dans también aparecerían en el largo listado de adhesiones. Multitud de webs estampaban su URL en la plataforma de DRY.

A una semana de la manifestación, las vibraciones no podían ser mejores. Las piezas empezaban a cuadrar, milagrosamente, como en un Tetris. Si hacía falta una pancarta, alguien aparecía con ella. Y en eso amaneció el 15 de mayo de 2011, fecha que pasará a la Historia como uno de los grandes éxitos de la movilización ciudadana ajena a partidos políticos y sindicatos. Más de 80.000 indignados tomaban las calles de toda España.

El movimiento se convertía en realidad andando.

Juan Cobo, fotógrafo de 26 años, regresa esa noche a casa con una sonrisa de oreja a oreja. Lo que ha vivido es increíble. Ha escuchado a la gente de Democracia Real Ya y ha reconocido su voz.Cuando llega a casa y oye hablar de los disturbios, tiene un momento de bajón moral. Vaya, una vez más, lo de siempre. Pero no, esto no ha sido lo de siempre. Esto ha sido algo nuevo. Algo distinto.

Son las cuatro de la madrugada. Juan Cobo está tan inquieto que decide volver a la Puerta del Sol a dar las gracias a los que se han quedado ahí a pasar la noche. Gracias por aguantar.

Llega a Sol y hay unas 35 personas. No están durmiendo, se están organizando. Como han venido haciendo todas las noches de esta semana. Trabajando cuando los demás duermen. Debatiendo, acordando, actuando.

No puede apartarse de esto. Nunca ha estado vinculado a movimientos sociales. Pero esto es algo único. Hay diálogo, capacidad de escuchar. No hay líderes, uno se siente parte del proceso. Acampada Sol está naciendo.

Sobre las dos de la madrugada del domingo, esas 35 personas, veinteañeros y treintañeros, deciden que se quedan a dormir en Sol. A las cuatro empiezan a redactar un manifiesto. En la asamblea de las 08.00 queda aprobado.

Democracia Real Ya se echa a un lado. Siguen apoyando lo que allí se empieza a gestar, pero ceden el testigo a los acampados. Juan Cobo es uno de ellos. Será portavoz.

Lunes, cuatro de la tarde, Puerta del Sol. Acaban de montar un pequeño chiringuito, un toldo. Está situado cerca del oso y el madroño, al noreste de la plaza. Se gesta el nacimiento de la minirrepública de Acampada Sol. Hay revuelo, mucho movimiento: aguas y zumos bajo la minicarpa, documentos que circulan de mano en mano. En la otra punta de la plaza, un candidato del PP suelta su pequeño mitin de campaña, cerca de la calle Preciados, en una carpa de diseño azul que poco tiene que ver con la de los indignados. Apenas una quincena de personas le escuchan. Pareciera que clama en el desierto.

A las ocho de la tarde comienza la asamblea. Hay una centena de personas sentadas en el suelo. Gente de todo pelaje. Mayoritariamente jóvenes. Los hay con polo Ralph Lauren, los hay con camiseta vieja sin mangas, desgarrada. El chico aseado intercambia ideas con el perroflauta. Dialogando. Son distintos, pero hay algo que les une. Están hartos de esta engañifa, están hartos del guiñol de la política, de los eslóganes facilones, de los imputados en las listas. Coro: "Lo llaman democracia y no lo es".

Discuten sobre la posibilidad de que les desalojen si se quedan a dormir una noche más. Sobre si merece la pena mantener la carpa, que puede ser el motivo por el que les echen. Coro: "No tenemos miedo". Un joven pide el megáfono. "Que no somos Ni-Nis, que yo tengo dos carreras". Arrancan los aplausos. "Hay acampados en Sevilla y Valencia", se anuncia, "¡hay que aguantar!".

Uno de los organizadores procede a leer el manifiesto que han aprobado. Esta es la mejor manera de saber quiénes son, algo que la gente se ha estado preguntando a lo largo de toda la semana:

"¿Quiénes somos?: Somos personas que hemos venido libre y voluntariamente, que después de la manifestación decidimos reunirnos para seguir reivindicando la dignidad y la conciencia política y social. No representamos a ningún partido ni asociación. Nos une una vocación de cambio. Estamos aquí por dignidad y por solidaridad con los que no pueden estar aquí".

"¿Por qué estamos aquí? Estamos aquí porque queremos una sociedad nueva que dé prioridad a la vida por encima de los intereses económicos y políticos. Abogamos por un cambio en la sociedad y en la conciencia social. Demostrar que la sociedad no se ha dormido y que seguiremos luchando por lo que nos merecemos mediante la vía pacífica. Apoyamos a los compañer@s que detuvieron tras la manifestación, y pedimos su puesta en libertad sin cargos. Lo queremos todo, lo queremos ahora, si estás de acuerdo con nosotros: ¡ÚNETE! Es mejor arriesgar y perder que perder por no haber arriesgado".

La asamblea prorrumpe en gritos de júbilo. Acampada Sol ya se ha unido en torno a este texto. La gente que por allí pasa se queda y escucha. Cada vez se van sumando más miradas, más oídos. Un veterano, que asiste de pie a la asamblea, pide el megáfono. "Amigos, amigas, os quiero felicitar porque estáis haciendo un gran ejercicio de ciudadanía", dice, "el artículo 23 de la Constitución os ampara". Los jóvenes aplauden entusiasmados. El movimiento ya tumba barreras generacionales.

Ha caído la noche y hay unas 400 personas en la Puerta del Sol. Se quedarán a dormir esta noche. De aquí no hay quien les mueva.

Paco López llega con una bolsa grande para pasar la noche en Sol. Tiene 47 años, está en paro. Es oficial marmolista de 2ª, actor, hombre concienciado. En su bolsa: un libro, Reacciona; dos botellas de agua; una esterilla verde y una almohadilla azul como las de los aviones. Está indignado. "La gente está harta de tanto cinismo, de tanta hipocresía, de tanta manipulación de los políticos. Antes había unos principios. En los políticos había una vocación de servicio, de humildad, no un sistema para generar privilegios. Para esto, ¡restauremos el sistema de marquesados!". Paco se va calentando. Vive con los 426 euros al mes de la prestación por desempleo. "Hay cinco millones de parados. Los mayores de 45 años estamos desahuciados. ¡Las personas están por encima de la rentabilidad de las empresas!".

El lunes se cierra con un dato que es el preludio de lo que se avecina. Hay poca gente en Sol, pero las redes hierven. La etiqueta #spanishrevolution se convierte en el tema del momento en Twitter. Pero no solo en España: #spanishrevolution es trending topic a nivel mundial.

En la madrugada del lunes al martes se produce la intervención policial. Desalojan a los acampados. Los que allí pasaron la noche denuncian el uso de violencia por parte de los agentes de policía. Aseguran que hubo patadas, puñetazos, porrazos.

Martes, 16.45, Puerta del Sol. Ni rastro de la acampada. Diez camionetas de la Policía se han desplegado en la plaza. Sobre las seis de la tarde, hay unos cien indignados en la plaza, dispersos. Fabio Gándara, cabeza visible de Democracia Real Ya, revisa sus mensajes sentado en el suelo, a la sombra.

La tarde va transcurriendo. Poco a poco, de manera sostenida, la gente se va sumando, sumando, sumando. A las 20.00 de la tarde, la Puerta del Sol está llena. Donde ayer a las ocho había 400, hoy han acudido 6.000. "Parece que va a ser complicado llevar a cabo esta asamblea", dicen con sorna desde megafonía, colocada bajo Carlos III. La euforia se dispara. "Nos quedamos en la plaza, no tenemos casa", dice el coro. "No estamos en Facebook, estamos en la calle". A las 21.29 megafonía proclama: "Tenemos el poder ahora y ¡nos está mirando el mundo!".

El sueño se ha hecho realidad. La #spanishrevolution ha arrancado.

A las 23.30 los voluntarios pegan cartones por los suelos para que todo el mundo que pueda haga noche. Circulan chinos vendiendo cervezas. A la estatua de Carlos II le empiezan a crecer faldones, los toldos azules se despliegan a su alrededor. Hay quien ya se ha traído un sofá.

Megafonía: "Esto no es un botellón, no beban alcohol. No estamos en una fiesta, estamos aquí para reivindicar nuestros derechos". A las 3 de la madrugada se celebra una nueva asamblea.

El miércoles por la mañana la minirrepública de los indignados funciona a pleno rendimiento. Hay asambleas por todas las esquinas. Los concentrados tapizan la boca del Cercanías con mensajes en folios en blanco. Queda constituido el mural de las indignaciones.

Mapas colgados en la ciudadela que se va tejiendo indican donde está cada una de las comisiones. Cada una en una de las farolas de la plaza: Alimentación, Acción, Extensión, Coordinación interna, Legal, Cuidados/Limpieza, Infraestructuras (materiales, objetos perdidos), Comunicación. La enfermería está repleta de medicinas, tiritas, remedios varios. Bares y restaurantes de la zona dan cada noche a los acampados todo aquello que les sobra. Al puesto de alimentación llegan amas de casa con el carro de la compra repleto. Un restaurador trae perolas de fabada.

La web tomalaplaza.net recoge todas las plazas de España que se suman a la revuelta. La Red no para de hervir. Se crean nuevos hashtags, nuevas etiquetas para que la protesta siga viva en Twitter, para seguir siendo tema del momento. Usar un solo hashtag implica que el algoritmo de los trending topics se canse de la etiqueta y abra paso a otras nuevas. Los hashtags de los indignados van mutando: #spanishrevolution, #acampadasol, #nonosvamos, #yeswecamp, #democraciarealya, #notenemosmiedo, #tomalaplaza, #pijamabloc. Los hashtag también se descentralizan: #acampadabcn, #acampadavalencia.

La protesta se extiende por toda España. Y por otras ciudades del mundo. Frente a las Embajadas españolas de Londres y Bruselas se concentran jóvenes españoles en apoyo de la #spanishrevolution.

El miércoles, la Junta Electoral Provincial de Madrid prohíbe las concentraciones. Por la tarde, la Policía se hace presente en la plaza. Los agentes cargan las rejas sobres sus camionetas, hacen controles en los accesos revisando mochilas. Pero el movimiento es imparable. Sigue creciendo, desafiando las prohibiciones. Acuden a la cita de las ocho de la tarde cada vez más adultos, mayores, inmigrantes, abueletes. "Que no, que no, que no nos representan", se grita en la plaza. El efecto multiplicador de la protesta no tiene barreras. "Esto no termina con las elecciones", claman.

La lluvia se ceba con la Puerta del Sol esa noche. Pero eso no disuade a los indignados. "¡ Llueva o nieve, aquí nadie se mueve!". Cientos de manifestantes aguantan bajo las improvisadas carpas azules vencidas por el peso del agua. La viñeta de El Roto cuelga de varias farolas de la plaza.

La elaboración de un manifiesto es uno de los escollos que deben resolver los concentrados. En las asambleas es difícil poner de acuerdo a todo el mundo. Se lanzan muchas ideas: reformar la ley electoral para hacerla más proporcional; revisar la financiación de los partidos; redistribuir mediante impuestos más progresivos; establecer la Tasa Tobin sobre movimientos de capitales; listas electorales libres de imputados, listas abiertas; supresión de sueldos vitalicios de los políticos, supresión de la Ley Sinde, la Ley de Extranjería, del Plan Bolonia. La minirrepública sigue creciendo y el efecto contagio por toda España cobra fuerza. En Valencia, el número de asistentes se triplica a cada día que pasa. El jueves, a las 19.30, son ya un total de 82 ciudades las que han solicitado un espacio en la página tomalaplaza.net. La prensa internacional mira a España. The Washington Post coloca las protestas españolas en su portada.

Viernes, 12.25 del mediodía. La minirrepública es una miniciudad. Se han multiplicado las tiendas de campaña, los sofás. "¿Sabéis dónde queda Respeto?", pregunta un joven en el taller de Artes Gráficas. "No sé, vete a Acción y pregunta".

Los carteles cada vez ofrecen mejor aspecto. Hay un tupper de plástico repleto de rotuladores para dotar de plasticidad a los mensajes. Las largas faldas azules de Carlos III se siguen extendiendo. Junto al oso y el madroño se ha abierto una tribuna popular.

Son ya 166 las ciudades de todo el mundo que convocan protestas. El número de seguidores del twitter @democraciareal supera, con 40.000 seguidores, la suma de @ppopular y @psoe. En un cartel negro y naranja de Sol, de los que se usan para vender o alquilar pisos, se puede leer: "Se alquila esclavo laboral. 600 euros al mes". Alguien ha borrado el 600 y ha superpuesto un 400.

El viernes por la noche llega el gran momento, el del minuto de silencio para dar paso a la jornada de reflexión. La gente no cabe en Sol, todas las calles que desembocan en la plaza revientan. A las 00.00 se hace el silencio. Más de 25.000 personas, muchas con la boca tapada con precinto, se callan al unísono. Silencio. Se oyen las campanas del reloj de la Puerta del Sol. El minuto no dura un minuto. El grito sale desbocado, antes de tiempo. Las manos se alzan girando las muñecas, es el símbolo de aprobación que se usa en las asambleas. Desconocidos se abrazan, algunos con lágrimas en los ojos. En Valencia, los números de la protesta también se desbocan: más de 10.000 personas en la Plaza del Ayuntamiento.

Cada día más gente, los números se multiplican. Ayer ya eran 300 las peticiones de dominio en tomalaplaza.net. Había 200 abogados apuntados en la Acampada de Sol. Un total de 15 enfermeros. Siete placas solares, 15 ordenadores. Las plazas volvieron a abarrotarse el sábado por la noche. A pesar de la prohibición por la jornada de reflexión. El fenómeno seguía creciendo, sumando a más ciudadanos, imparable.

"Se ha producido una desestructuración muy acelerada de la sociedad", sostiene Miguel Martínez, sociólogo experto en movimientos sociales, profesor de la Universidad Complutense e investigador Ramón y Cajal. "La precariedad ha emanado de las élites políticas, han ido apretando las tuercas cada día más. Los gobiernos han llevado a cabo políticas muy agresivas para la mayoría de la población. El panorama es muy triste. Tenía que surgir una válvula de escape. La gente siente que su vida se volatiliza. Cuando llega la indignación, ya no pueden ir más allá, porque te hacen desaparecer como persona. Si pierdes la dignidad ya solo eres mano de obra".


* El País - Reportaje - 21.05.11
Foto: Campamento instalado en Sol. / J.C.Hidalgo (EFE)

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Indignados: el porqué de la fatiga democrática

PÚBLICO* : Los expertos analizan este novedoso fenómeno y los efectos pueden tener a medio plazo en la democracia.
La chispa encendida por la plataforma Democracia Real Ya (DRY) el pasado domingo, que llamó a los ciudadanos a salir de su apatía, ha prendido. Y de una manera tan inesperada y potente, que pocos se atreven a calibrar hasta dónde llegará el movimiento de regeneración democrática que persiguen los miles de jóvenes que acampan y se concentran en diferentes plazas españolas desde hace siete días. Varias generaciones, pero con protagonismo indiscutible de los jóvenes, han quedado interconectadas al grito de protesta ¡Indignáos!, que ha popularizado Stephan Hessel a sus 93 años con la publicación de un opúsculo (algunos lo califican de panfleto) con ese título. Su objetivo central: los políticos y los banqueros.
Los expertos consultados por Público analizan la evolución de esta semana de movilizaciones, en la que el cabreo ciudadano ha aumentado día a día al grito de "¡No nos representan!", en alusión a los políticos, y "¡Lo llaman democracia y no lo es!". Politólogos y sociólogos avanzan también las posibles consecuencias que estas protestas pueden tener para la democracia española.

01. Las causas: Crisis económica y más

"Una de mis mejores alumnas de hace unos años estaba el domingo 15 de mayo en la Puerta del Sol. Es pasante en un bufete de abogados por 300 euros", relata la doctora en Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Irene Martín, que acudió a la cita en la capital acompañada de varios colegas y se sorprendió de ver allí a varios de sus otrora estudiantes más aventajados.

Este caso no es excepcional sino representativo del problema de los jóvenes españoles, que de sobra conocen la precariedad laboral. Y eso que son los afortunados, ya que la tasa de desempleo juvenil alcanza el 43% en España. "Su situación es la peor de toda Europa, incluso peor que en Grecia", subraya la politóloga, que ha estudiado en profundidad la situación en ambos países.

Martín señala a los jóvenes como el grupo más relevante del Movimiento del 15-M y destaca dos rasgos de ellos: "Pertenecen a organizaciones que no son muy conocidas y es gente que no estaba especialmente politizada". En realidad, comparten una situación "objetiva, calamitosa, que probablemente vaya a peor".

Aunque las condiciones económicas son cruciales para explicar el fenómeno, no son las únicas. Para el profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid Ignacio Sánchez-Cuenca, el malestar por la crisis es evidente: "Las condiciones estaban claras desde mayo de 2010, cuando hizo el viraje en la política económica José Luis Rodríguez Zapatero". Sin embargo, como verdadero desencadenante de estas muestras de descontento apunta a "la percepción que tiene mucha gente de la impotencia del Gobierno para hacer frente a la situación". La plataforma DRY critica que los ciudadanos sean vistos como "mercancías por los políticos y banqueros". En opinión de Sánchez-Cuenca, el Movimiento del 15-M está poniendo demasiado énfasis en la clase política cuando, en realidad, los gobernantes y los partidos tienen las manos atadas. "Los gobiernos están incapacitados para dar una respuesta autónoma a la crisis que no venga dictada por la UE o Alemania", explica.

Una dependencia que, sin embargo, el politólogo Juan Carlos Monedero pone en cuestión. En estas movilizaciones, los indignados "han lanzado el mensaje de No queremos pagar la crisis que han generado otros' con la idea clara de que sí hay alternativas. Se ha producido una ruptura de la rutina", apunta, remarcando que ha habido elementos que han agravado el cabreo de la gente como el ERE de Telefónica, o que los colchones anticrisis léase los 400 euros o incluso la prestación de desempleo se están agotando.

A mayores, el profesor de Ciencias Sociales de ESADE y exdiputado del PSC Toni Comin celebra este movimiento espontáneo. "Era incomprensible que no hubiera una movilización. Es lo que esperábamos, una protesta orientada a denunciar los fundamentos del sistema".

02. Los fines: Mejorar la democracia

Una de las críticas del Movimiento 15-M se dirige de lleno contra el actual sistema democrático, donde la voluntad ciudadana ha quedado completamente desdibujada por los políticos"¡No nos representan!" es uno de los mensajes más repetidos, y el sistema de partidos. El catedrático de Ciencia Política y expresidente del CIS Fernando Vallespín resalta el carácter simbólico de la movilización y subraya que "lo más relevante es que se haya producido porque hay unas deficiencias en el funcionamiento de la democracia, en la relación política-sociedad".

Estos fallos se detectan en las encuestas. Desde hace más de un año, los políticos y los partidos son vistos por los ciudadanos como el tercer problema del país. Según el estudio del CIS del pasado mes de abril, un 21,5% de los encuestados tenía esa percepción. Tampoco parecen muy a gusto con la democracia. Un 47,1% de los consultados en noviembre de 2010 decía estar poco o nada satisfecho con el funcionamiento del sistema, un 12,3% más que en 2005. "Los jóvenes ven a los partidos como unas estructuras que se guían por unos intereses que no responden a los de los ciudadanos", explica Vallespín.

Para Comín, estas movilizaciones demuestran la distancia con las instituciones clásicas partidos y sindicatos que son muy rígidas al estar profundamente integradas en la dinámica del sistema. "Deberían expresar lo que convenga en cada momento histórico. Ahora, [partidos y sindicatos] tendrían que expresar un grado de antagonismo más potente con la actual situaciónporque la gente no se siente representada".

El Movimiento 15-M supone que "el cheque en blanco de cuatro años para los políticos tras las elecciones se ha acabado", anuncia Monedero, que apela a la rendición de cuentas horizontal que deberán empezar a hacer los políticos después del 22-M. Para el profesor titular de Ciencia Política de la UNED Jaime Pastor este movimiento, que se define apartidario, "no es apolítico, la mayoría de la gente que se manifiesta pide otra política y otra izquierda".

03 El ejemplo: Efecto contagio del sur

Los expertos consultados creen que los aires de las revoluciones en el mundo árabe han llegado a España. Pero con matices. "Las propuestas más novedosas están viniendo del Sur", dice Monedero, que resalta que en la cabeza de la gente está lo que se ha vivido en el norte de África". Para el politólogo de la Universidad Autónoma de Madrid Ignacio Criado el único punto en común entre ambos movimientos es el uso de las redes sociales. "Han permitido aglutinar a grupos y personas muy variadas", sostiene, remarcando que eso es lo que ha permitido engendrar un movimiento como este en poco tiempo y en tantas ciudades de España y el extranjero.

Irene Martín, investigadora de la cultura política de los jóvenes, resta importancia a la posible similitud por el uso de Internet y diferencia claramente la situación de partida: "Aquí hay democracia y allí, no". No obstante, sí ve nexos entre ambos escenarios. "Es más fácil que nos movilicemos cuando el mundo está más revuelto", explica. En este sentido, recuerda que España mira a El Magreb con mucha simpatía. De alguna forma, el resultado en estos países ha contribuido a que los jóvenes estén más predispuestos a salir a la calle.

04 Las consecuencias: Lecciones para políticos

Aunque es pronto para ver la proyección de este movimiento, aún incipiente, algunos de los expertos apuntan los posibles cambios a los que se verán abocados en los partidos tradicionales. "Los partidos no tendrán más remedio que sacar lecturas", apunta Monedero.

Para Vallespín hay dos modificaciones que se producirán a medio plazo como consecuencia de "la fatiga democrática" que parece existir en España, tal y como pone de manifiesto el Movimiento 15-M. De una parte, señala "la reforma del sistema electoral por la vía de ampliar el Congreso hasta los 400 diputados que permite la Constitución" y de otra, "la apertura de las listas" de los partidos políticos. El catedrático, sin embargo, advierte un peligro en la situación actual. "Puede derivar en un populismo de izquierdas", apunta, reconociendo tres paralelismos: la desconfianza hacia las élites políticas, la apelación al pueblo y la simplificación o generalización de los problemas, de los políticos y de los partidos.

El dirigente de IU Fran Pérez, sin embargo, no ve esa condena a los políticos en general desde el Movimiento 15-M. De hecho, afirma no sentirse aludido por ninguno de los gritos que corean los indignados. "Muchos de los manifestantes censuran las políticas neoliberales", tanto de los partidos que las defienden como de aquellos que las implementan.

Sin embargo, la atención no recae sólo en los partidos sino también en los sindicatos. El exdiputado autonómico Toni Comín confía en que "estas movilizaciones sirvan de estímulo para que los actores institucionalesrecojan las demandas y se sientan más cargados de fuerza negociadora".

Algo más escéptico se muestra el catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Valencia Pablo Oñate sobre el futuro del 15-M. "Es fácil movilizar a la gente, pero difícil mantenerla activa". Aún así, espera que las formaciones políticas tradicionales no hagan oídos sordos a esta llamada de atención que explotó la semana pasada : "Harían bien en reaccionar y abrir los cauces de participación a los ciudadanos", señala.

05. El futuro: Cómo lograr cambios

A la vista de lo deslabazadas que resultan las propuestas de los diferentes grupos que han dado forma a este movimiento, los expertos dudan de su continuidad. Según el profesor de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) Ismael Peña "o se genera un partido o será muy difícil que las formaciones tradicionales cambien las cosas". De momento, algunos de los portavoces de la plataforma DRY se han mantenido prudentes al respecto, insistiendo en que es muy pronto. En este sentido, Comin remarca que "la movilización espontánea, si no hay alguien que la canaliza, apenas consigue cambiar algo. Actúa de detonante, pero luego hace falta la mecánica". Dada la fuerza que están alcanzando las acampadas y las concentraciones en España, Vallespín sostiene que el espíritu de este movimiento, previsiblemente, "volverá a estar vivo en las próximas elecciones generales". Esto no significa, aclara, que vayan a estar acampados ininterrumpidamente sino que habrá protestas puntuales".

En esta dirección, Criado resalta el papel de las redes sociales: "Si el debate continúa y se amplifica en estos canales, puede que tenga alguna influencia en las generales".

El poder de las redes sociales y los medios

El mundo on line: Seguimiento en la red

No sólo la convocatoria de la concentración del 15-M fue hecha por internet, que también ha hecho de foro de debate, sino que las movilizaciones han sido seguidas mundialmente por la red. "Ante el vacío generado por el descrédito de los viejos canales, el protagonismo de los nuevos favorece la emergencia de otros actores que conectan con otras organizaciones", explica Ismael Peña.

Los medios off line: Más allá de las fronteras

Los medios tradicionales "amplifican el movimiento", afirma Ignacio Criado. En un principio siguieron las protestas con cierta distancia, pero tras el desalojo del lunes en la Puerta del Sol empezaron a ganar espacio. También en los medios internacionales. Sánchez-Cuenca resalta que algunos mensajes son en inglés, para que los extranjeros recojan lo sucedido.


* Público - 22.05.11
Foto: carteles 15M- publico

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Los indignados de Sol toman importantes decisiones de cara a otra semana más en la plaza

20MINUTOS/Madrid* : Los acampados en la madrileña Puerta del Sol han pasado otra noche tranquila, en línea con las anteriores (aunque con mucha más gente durmiendo en plaza), y tras una reunión asamblearia han decidido quedarse acampados durante una semana más (hasta el domingo 29, fecha en la que decidirán si siguen o no). En dicha reunión -que como curiosidad ha tenido traducción simultánea en lengua de signos- aparte de tratar el tema de continuar con las manifestaciones, se fijaron las nuevas directrices que seguirán los concentrados. En la decisión adoptada ha contado especialmente su posible eco mundial, dado que la concentración en Madrid "está sirviendo de referente mundial". El objetivo de esta convocatoria es crear un "espacio local de propuestas, de convivencia y reflexión".
Dante, uno de los representates de los indignados insistió en la ausencia de consignas electorales de ningún tipo a los acampados, que "son totalmente libres para elegir qué hacer con su derecho al voto". Para la jornada de este domingo en la Puerta del Sol, se esperan aparte de la asamblea mencionada, actividades lúdicas y diversos talleres de todo tipo, en línea con las protagonizadas estas jornadas.

Durante la multitudinaria asamblea (que ya ha finalizado, aunque hay otra prevista para las 18 horas) han dado a conocer que los acampados recibieron ofertas de empresas como Inditex y Pepsi para financiar su abastecimiento durante el tiempo que vayan a permanecer en la plaza. Estas ofertas han sido rechazadas por los manifestantes, que quieren no depender de nadie para su protesta.

Durante la asamblea se han vivido además varios momentos de tensión, ya que algunos de los presentes querían opinar y no podían hacerlo por encontrarse muy lejos del centro de la reunión. La preocupación durante la tarde está siendo el calor, por megafonía han estado avisando a los acampados de que se echen protección solar y beban agua.

Convocatoria el 28 de mayo

Por su parte, el movimiento toma la plaza ha convocado para el próximo 28 de mayo asambleas populares en las plazas de cada barrio, pueblo o región de Madrid, a las que invitan a todos los vecinos a sumarse para debatir y elevar sus propuestas, una iniciativa que nace con vocación de extenderse a toda España.

El objetivo de esta convocatoria es crear un "espacio local de propuestas, de convivencia y reflexión" y que un día después, el domingo 29, se reúnan todas las asambleas en la Puerta del Sol para construir la Asamblea del Pueblo de Madrid. Se trata de dar voz a cuanta más gente mejor, porque la Puerta del Sol no es representativa de todos los ciudadanos madrileños.

Vecinos de Sol les elogian

Los vecinos de la Puerta del Sol, por su parte, han elogiado en general el comportamiento de los indignados y su capacidad para controlar el ruido y mantener la limpieza, teniendo en cuenta el alto número de personas concentradas, y admiten que las protestas no les han influido en su decisión sobre votar ni tampoco a quién.

Varias personas el colegio electoral Santa Teresa de Jesús, situado en la calle del Fomento, en las cercanías de Sol, en donde la jornada transcurre con absoluta normalidad, han coincidido en que las protestas no les han importunado.

Algunos incluso han animado a los indignados a continuar con las acampadas durante más tiempo para que "realmente las cosas cambien". Así se ha manifestado, por ejemplo, Eva Campuzano, una ciudadana de 44 años con empleo que se siente "explotada" y que todos los días se pasa por la Puerta del Sol para animar a los acampados.


* 20 Minutos - 22.05.11
Foto: Numerosos jóvenes amanecen hoy en la Puerta del Sol de Madrid, después de otra noche de acampada de miles de personas para reclamar cambios en el modelo democrático español. (EFE)

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Berlín, Ramón, Madrid

JACOBO RIVERO* : El pensador y miembro de Ecologistas en Acción ha dejado este mundo, como él quería, reinvindicando el derecho a una muerte digna, y sin sufrimiento. Este texto rescata su mirada lúcida entre los cascotes del muro de Berlín.
Cuando el muro de Berlín cayó bajo los martillazos de la gente, cansada de vivir en la asfixia del socialismo forzoso, Ramón se paseaba por la ciudad en bicicleta. La gente entraba en los concesionarios de coches y las tiendas de occidente para ver si aquello era real, para mirar sin derecho de compra los lujos que ofrecía el otro lado del telón. Mientras la ciudad vivía en un estado de excitación, y unos pocos se manifestaban para tratar de denunciar las vergüenzas de la sociedad de consumo, buena parte de la izquierda se preguntaba, agrupados en células, cómo había podido ocurrir aquello. Era demasiado tarde, el Mercedes de Ceausescu se había quedado sin gasolina antes de llegar a los pirineos, y el motor ya venía gripado en Bucarest, vía Moscú. De la descomposición que se produjo alrededor de la falta de respuestas, pocos, muy pocos, podían decir que la resaca no les había afectado. Ramón era uno. Desde el movimiento ecologista había apostado por una autonomía que no debía nada a nadie, que se construía en una forma de ser, y de estar, que no era complaciente con mitos ni líderes, tampoco con consignas ni panfletos. A través del pensamiento, el conocimiento, y la palabra, construir colectivamente un tiempo de vida y de luchas alejado de la lógica destructiva del capital, “una partida de cartas que se juega desde hace milenios”, decía él en uno de sus primeros libros.

La forma de estar no era una cuestión menor. Acostumbrados a discursos autocomplacientes, y grupos políticos más preocupados por el marketing de empresa que el activismo social, Ramón se presentaba desde la complicidad. Una forma de respirar colectivamente que se construía desde el plano de lo común, de la cooperación, y de los procesos constituyentes. A través de las reivindicaciones ecologistas, de las denuncias contra la barbarie del capital y la globalización, o de las luchas por los derechos de ciudadanía. En cualquiera de los estadios posibles su presencia era una garantía de cordura y encuentro.

Gracias a él, vivir en este Madrid de muros, billetes, explosiones, tsunamis, injusticias, y ladrillos era mucho más llevadero

Sus libros, sus textos, sus intervenciones en público o en privado, eran siempre una aportación precisa desde la que aventurar los escenarios del conflicto. Consciente de lo difícil que era “romper la dinámica demencial del capital”, también lo era de “saber si eso es posible”. Pero entre resignarse e intentarlo, Ramón eligió lo segundo, y gracias a él, vivir en este Madrid de muros, billetes, explosiones, tsunamis, injusticias, y ladrillos era mucho más llevadero.

Hace tiempo Ramón decidió marcharse. La necesidad de vivir con dignidad era su opción política en la lucha contra una enfermedad que pretendía quitarle la palabra. Eligió hacer de ese proceso un encuentro colectivo, desde el cariño y la reivindicación, desde los espacios comunes y los afectos. Y su voz se escuchó más alta que nunca, con mayor fuerza que todos los gritos imaginables, porque Ramón supo que para la “transformación total de la sociedad” sólo se podía caminar de la mano, con pasos cortos, con alegría, y buena voluntad.

Ramón nos avisó para que tuviéramos los ojos bien abiertos, para que cuando se caiga el muro de la vergüenza que encierra este modelo social, en la fiesta de la victoria, esta vez sin engañosos escaparates, él estuviera con nosotros, con la elegancia que le caracterizaba, como hizo tantas veces.

Desde el cariño.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Berlin-Ramon-Madrid.html


* Rebelión - Opinión, Diagonal - 10.05.11

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El colectivo Asturias al Tren critica la mala gestión de RENFE y FEVE y pide mejoras en las líneas

ASTURIAS VERDE* : Vivimos tiempos de crisis y subida astronómica de los precios del petróleo, por lo que parecería lógico pensar que los ciudadanos han dejado de usar tanto el coche y se desplazan más en transportes públicos; pero no es así lo cierto es que en Asturias el transporte por ferrocarril ya sea en FEVE o RENFE ha perdido 3 millones de viajeros en los últimos años, lo cual es algo desastroso y va en la dirección contraria de favorecer los medios de transportes públicos para ahorrar energía.
El colectivo "Asturias al Tren" ha denunciado la situación que ofrece un panorama muy negro. Por poner sólo algunos ejemplos: La velocidad media de Renfe entre Oviedo y Gijón es de 53 kilómetros a la hora, más lento que una bicicleta; además la mayor parte de los trenes hacen diez paradas, Feve sigue sin implantar servicios directos entre Gijón y Pola de Siero.

Además el Colectivo defiende que se realicen algunas obras para mejorar el servicio como eliminar la curva ferroviaria de Villabona para la línea C-1. Y desdoblar las líneas C-2 y C-3.

Por último Asturias al Tren demanda que vuelvan a activarse los servicios regionales a León ya que los sábados y domingos de julio y agosto no hay ninguno desde hace 2 años.


* Asturias Verde - Opinión - 11.04.11
Foto: Tren de FEVE en la línea Gijón - Avilés a su paso por Perlora, concejo de Carreño - Asturias Verde

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