Urbanismo de género (y génera)

ARTURO PÉREZ REVERTE* : Es cierto que, en materia de latrocinio y poca vergüenza, la Junta de Andalucía y sus paniaguados a sueldo, que son varios, no van más allá de otros gobiernos autonómicos trufados de golfos y maleantes. También es cierto que en todas partes cuecen siglas partidarias; y que, saqueadores aparte, un elevado número de tontos del ciruelo por metro cuadrado, con corbata y coche oficial o como simple infantería, no es exclusivo de ninguna autonomía de esta España discutida y discutible. Sin embargo, respecto al porcentaje de sinvergüenzas y de tontos -incluida la variedad mixta de tontos sinvergüenzas-, el régimen que desde hace tres décadas gobierna Andalucía queda muy bien situado en el palmarés nacional. Aunque ojo. Podrá atribuírsele el logro de una región saqueada, en paro y con índices de indigencia cultural y educativa que a veces lindan con el subdesarrollo; pero ése es detalle que se diluye en el contexto. A ver en qué autonomía no tenemos en nómina -duques y duquesas aparte- a cierto número de políticos ladrones, incompetentes y analfabetos. Sin embargo, lo que no puede regatearse a la Junta andaluza es un lugar de vanguardia en los anales de la imbecilidad oportunista y demagoga de género y génera. Ahí no hay quien moje la oreja a mis primos. Y primas. Nada comparable a una ultrafeminazi andaluza dándole vueltas al magín para justificar las subvenciones que trinca o espera trincar, con un político cerca, en plan compadre y dispuesto a ponerle a tiro el Boletín Oficial.

Déjenme que les cuente la última. O última que me envían. Ahora, con esto de la piratería digital, la poca lectura y la porca miseria, los juntaletras tendremos que buscar la vida en otros pastos. Yo mismo estoy considerando la posibilidad, a mis años provectos, de hacer oposiciones a ingeniero de montes de la Junta de Andalucía, y aplicar allí un sistema contra incendios forestales que llevo años maquinando, y que no sé cómo a nadie se le ha ocurrido proponer todavía para trincar una pasta oficial enorme: un pino, un cortafuegos; un pino, un cortafuegos. A cortafuegos por pino. Cosas más idiotas o descaradas se han subvencionado allí, en cualquier caso. El asunto es que, en el temario de las oposiciones, hallo una perla australiana: el artículo 50.2 de la ley 12/2007 para la Igualdad de Género en Andalucía. Que reza, con dos cojones:

«Los poderes públicos de Andalucía, en coordinación y colaboración con las entidades locales en el territorio andaluz, tendrán en cuenta la perspectiva de género en el diseño de las ciudades, en las políticas urbanas y en la definición y ejecución de los planteamientos urbanísticos».

Aparte de no saber qué relación hay entre ser ingeniero de montes y montañas andaluz y tener perspectiva de género, las preguntas inmediatas son obvias y hasta elementales, querido Watson. Eso, ¿cómo se hace? ¿Cómo se tiene en cuenta la perspectiva de género en el diseño de las ciudades y políticas urbanas? ¿Consultando los arquitectos a las asociaciones radicales feministas antes de trazar calles y plazas, para que les den permiso? ¿Procurando que los pasos de cebra no favorezcan a presuntos maltratadores? ¿Disponiendo aceras paritarias, unas para hombres y otras para mujeres, u obligando a circular por cada vía urbana al mismo número de ellos y ellas? ¿Rebautizando calles para que por cada nombre masculino haya uno femenino? ¿Patrullando con guardias y guardios que, cuando sean policía montada, cabalguen indiscriminadamente caballos machos y yeguas? ¿Procurando que entre los cartones y sacos de dormir que adornan los soportales de la Plaza Mayor de Madrid para deleite de turistas, haya el mismo número de mendigos y mendigas? ¿Que por cada grupo de mariachis, jazz band de ex bolcheviques, o rumano que hace música con vasos de agua, actúe una violinista búlgara, una orquesta de nigerianas o un grupo de mejicanas cantando Allá en el rancho grande? ¿Que cada perroflauta lleve el mismo número de perros que de perras, de flautas que de flautos? ¿Que en los parques juegue por decreto municipal la misma cuota de niños y niñas, y se mantengan turnos rigurosos para columpios y toboganes, con agentes que sancionen a padres y madres, abuelos y abuelas, que incumplan? ¿Que en cada zona de prostitución haya el mismo número de putas que de chaperos? ¿Que nos vayamos todos juntos y juntas a tomar por saco?

Ilústrenme, porfa. Necesito que alguien me lo explique. Ingeniero de montes, recuerden: pinos, cortafuegos. Oposiciones al caer. Me va el futuro en ello.

* LX Semanal - Opinión - 5-11 febrero

4 comentarios :

CarlosR dijo...

Estando de acuerdo en el fondo de la cuestión, de que es una tontería distinguir por sexos en urbanismo, también es cierto que las palabras de Pérez Reverte tienden con frecuencia a herir inútilmente, ya que hay situaciones en las que se tiene que ir a una mayor igualdad en un tema, todavía desigual, como es el de las ciudades.
El urbanismo (el bueno) se hace pensando en las personas, sin distinción. De ahí su proximidad a un auténtico humanismo. Por tanto no necesita de mayores adjetivos.
Puede haber sucesos distintos, debidos al devenir cotidiano, pero estos acontecimientos deben estar ya incluidos en ese urbanismo de calidad y sostenible.
No puede ser de otra forma!!

Comunicandoenigualdad dijo...

Tal vez tanto Reverte como el resto deberían revisar el programa de Naciones Unidas "Ciudades Seguras" para poder descubrir la importancia que tiene tomar en cuenta las necesidades diferentes que tienen mujeres y hombres en una ciudad y, por tanto, en la planificación urbanística. Se ha de pensar en las personas pero, alguien piensa en el uso que se da a las plazas públicas, quién las ocupa?. Alguien piensa en la necesidad de calles bien iluminadas? y así un montón de etc.

Aquí dejo el enlace por si interesa leerlo antes de seguir diciendo que no es importante:

http://www.unifemweb.org.mx/index.php?view=article&catid=49%3Aciudades-seguras-&id=61%3Aciudades-seguras-&option=com_content&Itemid=30

CarlosR dijo...

Ya sabía yo que este asunto iba a traer cola.... Pero vamos a ver: ¿qué es eso de que el urbanismo no trata de lo que ocurre en las plazas públicas?... Pero si la plaza, el ágora, el foro, la plaza mayor, etc, son el origen mismo del urbanismo desde tiempos ancestrales... ¿Cómo no se va a pensar en la iluminación de las calles? y, además, se calculan técnicamente según diversas variables humanas!!...
Y todo ese montón de etcéteras, insisto, que deben estar incluidos en un urbanismo humanista (de calidad y sostenible).
Otra cosa es que haya por ahí urbanismos vergonzantes (como toda expresión o actividad humana). Sin ir más lejos, estamos viviendo una de las épocas peores de la historia en la Ordenación del Territorio, por culpa de un poder injustificable.
Pero la teoría urbanística se sabe ya desde hace cientos de años (con lógicos agiornamientos) y en cualquier caso debe atender a los principios más elementales de la persona humana: libertad, igualdad y fraternidad!!

Caty dijo...

Hola Carlos,

Está claro que hasta que no tienes esta visión no comprendes su importancia y no es una crítica. No soy arquitecta pero trabajo en género. Os puse un enlace al programa Ciudades Seguras para que vieras su importancia. Veo que no te ha convencido. Si te parece puedes echar un vistazo a este blog donde también han comentado este artículo y tal vez a ell@s l@s comprendas mejor:
http://www.stepienybarno.es/blog/2012/02/08/urbanismo-de-genero-y-genera-_-por-arturo-perez-reverte/#more-5076