TOMÁS MARTÍNEZ BOIX* : En el año 2008 el presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, creó el "Atelier international du Grand Paris" en el que participaron grupos de expertos, junto a los alcaldes de la región de l'Ille de France, el propio de París y aun el Gobierno de la Nación. El tema era sencillo: imaginar el futuro de esa metrópoli de diez millones de habitantes que conforma el Gran París. Se pretendía situar la aglomeración parisina entre las metrópolis punteras del siglo XXI, es decir colocarla junto a Nueva York, Tokio, Londres o Shanghai.Para dicho menester se convocó a un grupo de 10 grandes estudios de arquitectura y urbanismo con el fin de comenzar a pensar en el Paris del año 2030. Participaron como invitados grandes estrellas del firmamento arquitectónico: Nouvel, RogersPortzamparc, junto a viejos inconformistas del mayo 68 como Bernardo Secchi. Por fin, el pasado año 2011 se presentaron y discutieron las propuestas.
Y como era de esperar fueron variadas. Nouvel, profundizó en el tema de las "ecociudades", proponiendo todo un abanico de soluciones para mejorar las relaciones medioambientales de París. Desde las viejas ideas del jardín vertical, la cubierta verde, incluso el llamado edificio verde, hasta los nuevos controles energéticos, se alcanzaba a definir una ciudad verde, y más sostenible. Portzamparc, por su parte, estudió las posibilidades de un tren aéreo circular que enlazara las periferias de París. Rogers, en cambio, profundizó en el necesario equilibrio entre barrios ricos y pobres, es decir buscando la permeabilidad entre el centro y la periferia. Pero tal vez, el mejor proyecto como idealización del futuro regional, fue el de Grunbach quien recurrió de nuevo a la ciudad lineal, para establecer una conurbación París-Ruan-el Havre, apoyándose en el Sena como vía navegable.
Entre los problemas fundamentales que pronto aparecieron para entender la nueva ciudad se señalaron tres. El primero, planteaba un problema relativamente nuevo para el urbanismo: la relación de la ciudad con el medioambiente; y el necesario ajuste de los planes urbanísticos para el cumplimiento del protocolo de Kyoto. Los otros dos, eran para los urbanistas temas conocidos: la reorganización de la red de transportes y las conexiones de la periferia con el centro de la ciudad.
Y de todo esto, me ha llamado la atención la vuelta a planteamientos urbanos, en los que la aproximación a la problemática de la ciudad se produce desde el transporte. Precisamente París, con la construcción del bulevar periférico, parecía haber resuelto los grandes problemas de tráfico. Fue allá por los años 70 cuando otro gran impulsor de la ciudad, el presidente Pompidou, creó esa inmensa arteria de tráfico que permitía girar en torno a París. Y ahora, treinta años después el llamado "periférico" resulta densamente congestionado y se propone un anillo suplementario en el que el transporte público asuma el reto fundamental de conectar las barriadas de París entre sí.
Pero sin duda el planteamiento más atractivo es la consideración del nuevo París como ciudad verde sostenible. Y es bien cierto que en los últimos años esta propuesta de que el propio planeamiento urbanístico se convierta en herramienta para controlar la sostenibilidad de la ciudad se ha hecho insistente.
Y ahora viene la pregunta. ¿Qué nos vale lo comentado para Elche? Quizás una advertencia a tener en cuenta. Cuando planteemos el futuro a través de nuestro Plan General será importante recapacitar sobre estos dos temas lanzados en París: la adecuación medioambiental y el transporte público. Los criterios bioclimáticos y de eficiencia energética tienen que aparecer en nuestro futuro Plan General. Pero vamos a fijarnos en el otro tema: El transporte público. Conviene señalar la fuerte inversión que ha realizado nuestro país en el trazado ferroviario, tanto en su rama de viajeros, como en la de mercancías. Sobre todo, tras la reciente aprobación del corredor mediterráneo, el cual supondrá una fuerte inversión en próximos años. Y aquí pongo el acento: este debe ser uno de los temas de reflexión para el futuro de nuestra ciudad. Por tanto he aquí la cuestión: transporte y adecuación medioambiental. ¡Dos batallas que Elche debe ganar!
* Información - Opinión - 3.3.12
Foto: Paris, atardecer - turismo
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