El plan de Llanes es «una versión gemela y empeorada» del anterior, afirma Avall

LNE/Asturias* : El Plan General de Llanes propuesto por el PSOE local es «una versión gemela y deliberadamente empeorada» del aprobado en 2003 (anulado hace un año por el Tribunal Supremo), por lo que debe de ser retirado, reelaborado y sometido de nuevo a información pública, según la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (Avall). El colectivo que preside Domingo Goñi, que ejerce la oposición efectiva en materia urbanística al equipo de gobierno socialista de Llanes desde 1990 y que ha conseguido la anulación en los tribunales de los dos planeamientos anteriores, ha presentado un escrito con 26 alegaciones al documento de prioridades o avance de planeamiento del Plan General de Ordenación (PGO). Según el colectivo, el documento no alcanza «el rigor ni los contenidos mínimos necesarios para servir como base administrativa y medioambiental del Plan General».

La alternativa urbanística elegida, que centra el crecimiento en la franja que va desde Posada hasta San Roque, es según Avall «improcedente», al ser «una versión gemela y deliberadamente empeorada» del planeamiento 2003, que «hereda la práctica totalidad de sus suelos edificables, lo que permitiría alcanzar en Llanes un nuevo volumen edificatorio cercano a las 15.000 viviendas, cifra absolutamente desproporcionada para las necesidades del municipio».

Avall destaca que, según las estadísticas oficiales del Ministerio de Fomento, en Llanes se construyeron 2.684 viviendas entre 2003 y 2010, en un período de elevada actividad urbanística y de la construcción. El colectivo estima «a todas luces injustificado» proponer, como hace el PSOE, un Plan General con 15.000 viviendas para los próximos 10 años «en el marco económico y urbanístico actual» y con un «importante stock de vivienda sin vender en el concejo, como mínimo en torno a 1.000 viviendas». Con estos datos, Avall propone un Plan General con un stock de unas 1.500 viviendas, cifra que juzga «suficiente para atender las potenciales demandas de primera o segunda residencia en el municipio».

Avall rechaza, asimismo, las calificaciones como núcleos urbanos de Niembru, Celoriu, Barru y Poo, al considerarlas «totalmente injustificadas», pues estos núcleos «carecen de los rasgos sociales y económicos que caracterizan a los verdaderos núcleos urbanos». Avall considera que estas calificaciones sólo están orientadas a «facilitar deliberadamente los aprovechamientos urbanísticos», introduciendo tipologías (vivienda en bloque) y densidades edificatorias «ajenas a los núcleos rurales e incompatibles con la preservación de su identidad urbanística y paisajística».

La Talá es, como ocurre desde 1990, uno de los principales caballos de batalla. «Se pretenden calificar como urbanos los terrenos afectados por el antiguo plan parcial de La Talá, argumentando la existencia de una trama urbana que en todo caso es ilegal, por cuanto las tres determinaciones urbanísticas que la permitieron y que la sostenían (normas subsidiarias de 1993, Plan General de 2003 y plan parcial de La Talá) han sido anuladas por los tribunales», dice Avall.

Asimismo, señala que todos los crecimientos urbanísticos contemplados en el avance de planeamiento que se adentren hacia la ribera del mar dentro de la franja de 500 metros de protección de Costas deberán ser desaconsejados. Avall muestra su rechazo a la construcción de viviendas en bloque y a la decisión de las autoridades locales de reducir al mínimo la construcción de viviendas unifamiliares.

Avall opina que el Plan General que ahora se propone para Llanes, lejos de ser una apuesta por el urbanismo sostenible, será «una pésima solución de continuidad política y administrativa a los despropósitos habidos en el urbanismo llanisco en los últimos veinte años», que «desataron la especulación, favorecieron masiva y excesivamente la edificación y en último término han conducido a la situación actual de parálisis del sector». Y añade que la «única y más sensata» opción urbanística para Llanes pasa por reducir «sensiblemente» el volumen de suelos edificables, para favorecer un crecimiento edificatorio «lento y sostenido», compatible con «la preservación de los valores paisajísticos del concejo e impulsor de la economía local».

Avall indica que el documento de prioridades no contiene «el más mínimo análisis del grado de ejecución del planeamiento anterior», lo que impide conocer el detalle de lo construido, los suelos edificables no ejecutados y, en definitiva, el «impacto territorial» de aquel planeamiento, circunstancia «esencial» para diseñar el futuro PGO.

La agrupación estima «incorrecta e improcedente» la determinación de las diferentes alternativas de planeamiento estudiadas, ya que la elección final «se ha basado exclusivamente en criterios cualitativos, cargados de una altísima dosis de subjetividad y una evidente debilidad argumental o improcedente ligereza de conceptos, muchos de ellos intrascendentes o escasamente influyentes desde el punto de vista urbanístico».


* LNE - RAMÓN DÍAZ - 11.4.12
Foto: Llanes (Asturias) - lavozdegalicia.es

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