Elche.- El irracional urbanismo y el picudo

JOSÉ JOAQUÍN BELDA GONZÁLVEZ* : Resulta tremenda la actuación de los políticos en el desarrollo justo del urbanismo. En Elche se están produciendo últimamente sentencias judiciales públicas contrarias a los intereses municipales, calificadas en firme por los tribunales incluso como "irracionales y arbitrarias". Resultan muy fuertes y contundentes contra la prepotencia política de la obstinación y hechos consumados sin contemplaciones ningunas ni asumir los graves daños que se producen para los intereses generales. Es obvio que en nuestra ciudad, como en tantas otras, por los políticos de distinto signo, se ha abusado hasta el infinito del exceso de poderío político, que les ha permitido tomar decisiones totalmente arbitrarias, de ejecución inmediata, como ocupaciones de propiedades, obligando a pequeños propietarios, ante la indefensión de información veraz y de aceptar propuestas casi coactivas, ante la amenazas ejecutiva de la Administración publica en manos de los políticos. La única alternativa es acudir a los costosos y largos procesos tribunales, al alcance de muy pocas personas.

Sentencias de los tribunales que como ésta del histórico Huerto de Ripoll, ahora Porta de la Morera, no lo olvidemos calificado como huerto publico en el PGOU de 1986, y anteriores tutelas de protección del palmeral, recalificado urbanísticamente en contra de todo y contra todos, vecinos próximos que a pesar de las protestas y movilizaciones realizadas para hacer valer sus claros y evidentes derechos, no valieron para nada. La maquinaria política continuaba.

En estos momentos, después de ya varias sentencias negativas sin hacer caso de ellas tampoco, volvieron a primar más la obstinación que la racionalidad y el sentido común, para llegar por completo a la política irracional de hechos consumados, el que venga detrás que arreé. En este caso, los ciudadanos de Elche han de aceptar ahora irremediablemente la nueva configuración sin posibilidad alguna de volver a la situación anterior, a la anulación judicial, debido lógicamente a los grandes daños que se causarían a tercero de buena fe, como han sido los compradores ocupantes actuales de viviendas en el Huerto de Ripoll con sus 170 palmeras por entonces. Lo peor ya no es que salga una cosa mal, son las tremendas formas que se han utilizado en contra de todo, separando de sus responsabilidades y negociados incluso a técnicos que ponían objeciones por otros habitualmente afines que no ponen problemas donde los hay. Peor aún, obviando incluso solicitar dictámenes a los propios servicios jurídicos para externalizar éstos de forma acomodaticia a los fines políticos.

Todo ello reportando para las arcas públicas cuantiosos perjuicios en el orden de gastos por pleitos propios y ajenos, a las que hay que sumar las indemnizaciones correspondientes, más el ridículo de desprestigiar innecesariamente la función pública, abierta y transparente para todos los ciudadanos, en muchos casos debido a una mediatización política irracional.

Lo sencillo que sería respetar los planeamientos urbanísticos, los PGOU, tal y conforme son aprobados, y no permitir las recalificaciones a la carta que hacen los políticos habitualmente, convirtiendo en papel mojado los hipotéticos modelos de ciudad, la participación pública y todas esas cosas que deberían en teoría ser respetadas por todos en beneficio de los verdaderos intereses generales.

Hoy en día hay mecanismos y medios para hacer más rápidos y flexibles las revisiones de los PGOU y del territorio como ahora se vienen definiendo, para que, sin menoscabar la transparencia y la participación pública, puedan integrarse anualmente incluso las modificaciones y propuestas que se requieran como de interés general sin tener que utilizar el ocultismo de despachos en beneficio de unos y en perjuicio de otros. La implicación de los colegios de arquitectura, geografía y las propias universidades a las que se les suele ningunear son precisas y necesarias en ello. Asuntos de recalificaciones y arbitrariedades hay muchos, como ejemplos: L' Aljub, las expropiaciones de la Universidad, los 500.000 euros a la Fundación Metrópoli, la reurbanización del Paseo de la Estación, el Valle Trenzado, los proyectos fallidos de la Noria, la cuarta ampliación del parque industrial, el Porta de Elx, el Auditorio, el macro proyecto irrealizable del nuevo barrio San Antón, la adjudicación de la escuela de golf sin concurso, con lo lógico y sencillo que resulta realizarlo así, etcétera.

En cambio, lo verdaderamente importante y urgente como es el Plan Especial de Protección del Palmeral y el plan de choque contra la plaga del picudo, como existe en Canarias, con todas las administraciones públicas involucradas... Desde el año 2006 que se detectó, estamos esperando que se acometan soluciones reales y prácticas, continuando su propagación inexorable en los jardines, parques y huertos del municipio hacia la autodestrucción del histórico Palmeral Patrimonio de la Humanidad.

* Información - Opinión - 3.10.12
Foto: Elche (Alicante), palmeral - viajes

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