Málaga.- Los números quebrados de Urbanismo

Las deudas urbanísticas se le empiezan a acumular al ayuntamiento malagueño, las recientes sentencias judiciales contra expropiaciones en terrenos urbanos y las demandas que hay en marcha, vienen a demostrar los intereses especulativos que existen en el actual municipio popular.
"MÁLAGAHOY* : No hay previsión económica en la Gerencia de Urbanismo que no haya saltado por los aires en los últimos años. La espada de Damocles en forma de demandas económicas millonarias se cierne sobre la sede que ocupa este organismo en la zona de El Bulto. El ente, referente histórico de las mayores inversiones acometidas en la ciudad en décadas pasadas, se asoma ahora encorsetado ante la existencia de pleitos judiciales que hacen tambalear sus previsiones económicas, con fallos parciales que le obligan a abonar unos 54 millones de euros (a los que sumar exigencias en la vía judicial por, como poco, otros casi 90 millones) y la incapacidad de sacar lustre a los convenios que antaño se firmaban como la gallina de los huevos de oro.

Aunque formalmente se camufla la preocupación entre los responsables municipales, la reciente sentencia emitida por el Tribunal Superior de Justifica de Andalucía (TSJA) ocupa y mucho en la Casona del Parque. El fallo judicial, recurrido ya mediante un procedimiento de casación ante el Tribunal Supremo, obliga al Consistorio a abonar a un propietario privado algo más de 34 millones de euros (a los que sumar los intereses acumulados) por la expropiación de un terreno destinado a zona verde que fue adquirido en 2007 por 3,6 millones. La empresa que lo compró, Parque Málaga, vio la oportunidad de hacer negocio.

El hecho, publicado por este periódico el pasado miércoles, constata la incapacidad municipal de obtener los poco más de 20.000 metros cuadrados de esta parcela, localizada a espaldas del Colegio El Monte, en el plazo legalmente fijado para ello. Algo que hubiese permitido que la indemnización a abonar hubiese sido muy inferior a la finalmente fijada por el Alto Tribunal andaluz.

El principal interrogante se sitúa ahora en si lo ocurrido con este sistema local servirá de precedente para otras reclamaciones de compensaciones millonarias aún pendientes de fallo judicial. Sirva como referente que sólo en tres de las demandas de expropiación (algunas fuentes hablan de que aún están por fallar unos 15 casos más) realizadas por privados, con suelos situadas en las cercanías del Monte Gibralfaro, a la Gerencia de Urbanismo, se reclaman al ente municipal del orden de 70 millones de euros, cuantía muy alejada del valor que otorgaba a esos suelos el propio Ayuntamiento.

No es éste el único escenario en el que se juegan los dineros municipales. Muestra de ello es que sigue activa la doble reclamación que el Grupo Baensa hace al Consistorio por impedirle desarrollar un proyecto residencial junto al mercado de El Carmen y por no haber satisfecho los denominados gastos impropios en el plan de los antiguos cines Astoria y Victoria. Ambas iniciativas suman demandas valoradas en 30 millones.

La particularidad del caso es que la primera de ellas, estimada en 20 millones, tiene de momento un primer aval judicial. Así lo dictaminó un juzgado de la capital, que apoyó la tesis de la empresa, que responsabilizaba al Ayuntamiento por no haber podido ejecutar una promoción de 230 viviendas en este espacio. ¿Por qué? Según Baensa, porque el Consistorio incumplió el compromisode trasladar el mercado de El Carmen a finales de 2007, paso que no formalizó hasta octubre de 2011.

En el caso del Astoria, la firma privada presentó semanas atrás una reclamación judicial, valorada en unos 10 millones de euros en compensación por los gastos derivados de los proyectos, trámites, licencias y demás costes vinculados a la idea original de ejecutar pisos de lujo en la parcela, desechada por el equipo de gobierno en su intención de destinar la pastilla a uso cultural. Frente al planteamiento de la promotora, Urbanismo apenas reconoce una indemnización de 300.000 euros y ello después de que el propio regidor admitiese públicamente, el día en que firmó la compra del inmueble, la intención de la Corporación de abonar a la empresa entre cinco y seis millones.

El rocambolesco caso del Astoria incrementa su presencia tras conocer que el alcalde acepta como única vía para dar uso a esta parcela, que supuso el desembolso de unos 20 millones de dinero público, el requerir la colaboración de un socio privado que demuela la edificación actual para levantar una nueva de la que sólo tendrá uso público una superficie de 1.200 metros cuadrados, que se destinarán a la Casa Natal Pablo Ruiz Picasso. El resto del continente se entregará a la empresa explotadora para que instale usos, previsiblemente comerciales, con los que recuperar la inversión que realice. Es decir, el Ayuntamiento dispondrá en este inmueble del mismo espacio que se comprometió a cederle Baensa en su proyecto residencial, con la clara diferencia de que por medio se han gastado 20 millones de euros.

La quiebra de los números de Urbanismo se agranda con la sangría de los convenios urbanísticos rubricados al albur del nuevo plan general, vigente desde agosto de 2011. Los acuerdos proyectados sobre los antiguos suelos de Repsol y sobre la parcela de La Térmica pasaron de ilusionar con la previsión de ingreso de 140 millones de euros a ser un dinero invisible en las arcas municipales. Si en la parcela que albergó los depósitos de Repsol el Consistorio se tuvo que contenar con recibir apenas 12 millones en metálico de los 82 millones pactados, recibiendo la cuantía restante en especie, es decir, en aprovechamientos para edificar en ese mismo sector, en los últimos suelos del litoral de poniente los hechos apuntan en la misma dirección.

Casi cinco años después de que los responsables municipales sellasen con su firma el pacto de La Térmica con Nueva Marina Real Estate, filial de Endesa, en la Casona del Parque se sigue sin ver un solo euro de lo apalabrado. Y ello a pesar de que al menos 40,6 millones de los 58 consignados tendrían que estar desde hace casi dos años en la caja fuerte. La incapacidad de la empresa a afrontar sus obligaciones ha derivado estos días en una senda de traba continua, al punto de haberse declarado en concurso voluntario de acreedores. El monopoly urbanístico de Málaga capital, sensiblemente estancado por la crisis, se ve agravado en lo que al Ayuntamiento atañe. Los números se quiebran en la Gerencia de Urbanismo.


* Málaga Hoy - S. SÁNCHEZ - 7.4.13
Foto: Málaga, ayuntamiento - andaluciacar.com



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Un juzgado amenaza con multar al alcalde de Oia si no tira un hotel de lujo

El caso de Oia (Pontevedra) es un ejemplo más del incumplimiento de las leyes urbanísticas por parte de todo tipo de administraciones. Si a la dificultad habitual de que la justicia dicte una sentencia rápida y justa en estos asuntos, se suman las numerosas trampas 'legales' que utilizan ayuntamientos y autonomías para evitar los derribos sentenciados, tenemos casos lamentables como este, donde se tarda más de 4 años en su ejecución práctica.
"ELPAÍS* : El Juzgado de lo Contencioso Administrativo 3 de Pontevedra ha concluido que cuatro años son más que suficientes para ejecutar una sentencia firme de derribo y en un auto manda al Ayuntamiento de Oia que eche abajo de una vez el hotel Talaso Atlántico, construido con licencia nula y profusión de fondos públicos en suelo rústico en la zona de Mougás, junto a la costa. La jueza da de plazo al Ayuntamiento hasta final de año y avisa específicamente al alcalde, Alejandro Rodríguez, de que si no se pone a trabajar le impondrá multas sucesivas de 1.500 euros o más".

El auto no es firme y la empresa asegura que lo ha recurrido.
“Se requiere a la Alcaldía de Oia para que en el plazo máximo de un año desde la fecha de notificación de este auto complete, o asegure que se completa, el derribo de las obras con apercibimiento personal a su alcalde de que, en caso contrario, a partir del 30 de diciembre de 2013 este juzgado comenzará a imponerle multas coercitivas de 1.500 euros o en cuantía superior hasta que complete las obras de ejecución de la demolición”, termina la resolución, con fecha de diciembre, que echa por tierra los pretextos tanto del Gobierno municipal como de la empresa para evitar el derribo. El aviso al alcalde aparece subrayado.

Entre las excusas que esgrimía la empresa figuraba la ley de vivienda que la Xunta aprobó el año pasado. Entre los artículos más polémicos de aquel texto sobresale una disposición adicional que suspendió el derribo de los edificios construidos con licencias declaradas nulas hasta entonces; antes de tirar el edificio debe ahora determinarse si el dueño tiene derecho a una indemnización en un procedimiento aparte. Pero como la norma solo se refiere a viviendas, el Talaso no se puede beneficiar de esa excepción, según razona la jueza: “Solo resulta aplicable a los ‘titulares de viviendas’. Y difícilmente se puede calificar como tal el complejo balneario a derribar en este caso”.

El auto desecha los otros argumentos de la empresa con bastante sencillez. Primero dice que la sentencia firme de 2009, aunque no mande expresamente al Ayuntamiento tirar el edificio “en modo alguno impide que se ejecute” y que no hace falta que ningún otro procedimiento lo precise. Admite que una obra hecha con una licencia que después se anula suele dar pie a que se reclame una indemnización a la administración, pero que esto no puede condicionar que la demolición se lleve a cabo. “Para que puede hablarse de daño real y efectivo evaluable económicamente debe haber tenido lugar el derribo”. El Ayuntamiento advertía en el pleito que no tiene dinero para hacer frente al pago de la indemnización, llegado el caso. El juzgado dice que no cabe hablar sobre futuros hipotéticos. “La indemnización en cuestión no se ha fijado y tampoco ha existido, por el momento, una declaración de responsabilidad patrimonial a cargo del Concello de Oia por su concesión de una licencia finalmente anulada”.

La jueza alega que solo si quedase acreditado que las obras se pueden legalizar cabría detener el derribo, algo que según el informe pericial solo sería posible tras varios trámites, con permiso expreso de la Xunta y con derribos parciales que incluirían en todo caso “la zona residencial del complejo”, por lo que en esas condiciones solo queda “sin dudas, el derribo de las obras”. El auto, que no es firme, daba un plazo de 15 días para ser recurrido ante el Tribunal Superior de Xustiza, algo que la empresa ha hecho, según asegura un portavoz. Los problemas legales del Talaso Atlántico no se limitan a la ilegalidad de su construcción. El permiso del Gobierno central también está en el alero, según acreditó el pasado febrero la jefa de Costas de Pontevedra, que alertó entonces de que el edificio corría peligro de que se declarase caducada la concesión con la que opera. A ello hay que sumarle la investigación por sus vertidos, que según una denuncia de 2011 superan con mucho los niveles legales de toxicidad.

Subvenciones a granel

La última ayuda de la Xunta de la que se tiene constancia la recibió el Talaso el año pasado. Fueron 12.112 euros para “incrementar la capacidad innovadora de las pymes”. Una cantidad inferior a los aproximadamente 4,5 millones de euros que recibió durante su construcción.
A los 3,8 millones que sumaron sendas contribuciones del Igape y de la Consellería de Cultura y Turismo se le añadieron otros 740.000 euros como compensación por los perjuicios derivados del hundimiento del Prestige. La empresa temía grandes pérdidas por el posible descenso del número de turistas recelosos del chapapote.
Aunque la sentencia firme de derribo data de 2009, la Administración remolonea y la empresa pleitea con ahínco bajo la dirección de Urbagalex, un bufete especializado en derecho urbanístico propiedad de la firma Martínez Barros & Narbón Abogados. Son apoderados Ricardo Martínez Barros y José Luis Narbón: el primero defendió en los ochenta a contrabandistas como Marcial Dorado. El segundo asesoró a la Consellería de Medio Ambiente de Agustín Hernández en una ley.


* El País - VÍCTOR HONORATO - 30.4.13
Foto: Hotral Talaso Atlántico / LALO R. VILLAR

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