Valencia.- La nueva ley urbanística rebaja los requisitos para legalizar los chalés diseminados

Otra autonomía que lo fía todo a una nueva etapa de especulación urbanística. El Gobierno valenciano tiene totalmente interiorizado que sólo cabe fiar el futuro al ladrillo, a más ladrillo, claro. El Consell aprobó hace unos días la nueva Ley de ordenación del territorio, urbanismo y paisaje, para que continúe su trámite parlamentario. Como no podía ser menos en una Comunidad hasta los topes de viviendas ilegales, se aprobaron medidas para facilitar su legalización, es decir otra corrupción urbanística más. Tras permitir la construcción de miles de diseminados ilegales, ahora, finalmente, ceden ante la presión y la injusticia y pretenden legalizarlo todo. De nuevo la ley del más pillo y de las turbias comisiones en dinero negro. Dada la complicidad judicial en estos procesos delictivos, hay que esperar poco de los tribunales y más de una ciudadanía indignada ante estos graves atentados al territorio.
"LEVANTE* : La nueva ley de ordenación del territorio, urbanismo y paisaje (Lotup) llamada a simplificar el galimatías urbanístico valenciano inició ayer su tramitación formal al ser aprobada por el pleno del Consell. En breve llegará a las Corts para su debate y posterior aprobación. La consellera de Territorio, Isabel Bonig, compareció en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell para explicar los detalles de la nueva «criatura» legislativa -esto ha sido como un embarazo-, admitió.

Bonig cumple así el compromiso público que hizo el 22 de agosto de 2011, cuando anunció la quinta purga urbanística que se intentaba desde 2007, y que se acogió con escepticismo, pero que ve la luz casi tres años después. El nuevo texto legal adelgaza el paquete de cinco leyes y dos reglamentos con 1.183 artículos, heredados de la etapa de Rafael Blasco, hasta 269 artículos.

Entre las novedades de la ley menos conocidas hasta ahora está la flexibilización de la normativa para legalizar los «diseminados», las urbanizaciones construidas en suelo rústico sin servicios mínimos como saneamiento, agua o luz. «Se ha buscado una solución para los diseminados en suelo no urbanizable común», basada en los cambios de la densidad exigida. «Si antes se requería 10 viviendas o más en un área de 100 metros cuadrados para legalizarlas, lo que generaba muchos problemas, ahora se reduce [el requisito] a tres viviendas o más en una hectárea (10.000 m2) para legalizarlas siempre que presenten un plan especial y un proyecto de urbanización que debe ejecutarse para evitar los impactos en el medio ambiente. Sólo entonces se les dará la licencia de legalización».

La concreción de esta nueva medida será competencia de los ayuntamientos. «Nosotros damos un instrumento legal para regularizar una situación que existe, pero es competencia que deben ejercer los ayuntamientos de acuerdo con los propietarios [de las viviendas]», respondió Bonig cuando fue preguntada sobre si la regularización de viviendas sería «voluntaria» o la conselleria iba a iniciar una «batida» de legalizaciones. El problema de los diseminados era una de las patatas calientes que debía afrontar la nueva ley para resolver la metástasis de chalés ilegales que se arrastra desde los años 60 y 70 y que supone un auténtico quebradero de cabeza en poblaciones como Llíria, Montroi (donde dos alcaldes acabaron imputados en una investigación que aún continúa) Montserrat, Ontinyent, la Marjaleria de Castelló, Llíber o Albalat de Tarongers, por citar sólo algunos ejemplos.

Para compensar esta manga ancha con las viviendas ilegales «de hecho», se va a endurecer la prescripción de las construcciones ilegales, para que el «hecho» se convierta en «derecho». Esta medida no ha gustado a algunos alcaldes, según admitió ayer la consellera. Cuando entre en vigor la nueva Lotup las ilegalidades urbanísticas ya no prescribirán a los cuatro años, sino a los quince. Se pretende atajar así la pillería muy extendida de ejecutar unas obras sin licencia y esperar, sin hacer ruido, durante un plazo de cuatro años para iniciar el proceso de legalización de una vivienda. Bonig también recordó que la ilegalidad en suelo protegido «no prescribe nunca».


* Levante - LAURA BALLESTER - 5.4.14
Foto: La nueva ley urbanística rebaja los requisitos para legalizar los chalés diseminados - levante

2 comentarios :

Yuri Nsue dijo...

Es una tradición valenciana. Se hace una ley, se incumple, se redacta otra ley para que los incumplidores queden legalizados. Es una forma de incentivar a que la gente no cumpla la ley.

Francisco dijo...

Yo fui concejal de obras de un pueblo pequeño, ¿de qué sirve encabronarse para que las cosas se hagan bien, si despues facilitan todo lo ilegal? En 2001 levantamos diligencias por una construcción ilegal, a dia de hoy no ha pasado nada, y si miras a otro lado vas a la cárcel, que gobiernen ellos, pero en los pueblecicos donde no se cobra.