Sareb vendió pisos a un fondo buitre pese a saber que los habían comprado particulares

La oscuridad del llamado banco malo, o Sareb, continúa 'ilegalmente' con paso firme. Si desde el principio de su creación, bajo órdenes europeas estrictas, ya se intuía una actuación delictiva con el paraguas de legalidad, finalmente van saliendo operaciones que confirman esa sospecha inicial. Ahora salta el escándalo corrupto de la venta de 2.500 inmuebles al fondo buitre Fortress y su socio en España, Grupo Lar, de los que una parte ya tenía comprador a través de las cajas que venden los activos de la Sareb. Parece que sigue la delincuencia financiera en el delicado tema de la vivienda en España y que la justicia hace oídos sordos al grito unánime de la ciudadanía que protesta contra esta trama mafiosa que permite que haya millones de personas sin casa mientras se sigue especulando con ellas delictivamente.
"ELCONFIDENCIAL* : Los incendios en el banco malo no dejan de sucederse. Cuando aún está pendiente el relevo de su director general, y tras el 'palo' que le dio el último informe de la troika, ahora estalla otro escándalo: la operación Teide. Se trata de la venta de 2.500 inmuebles al fondo Fortress y su socio en España, Grupo Lar, de los que una parte ya tenía comprador a través de las cajas que venden los activos de la Sareb. Y estos compradores se han encontrado con que este fondo deshacía la operación y pretendía devolverles la señal pagada. El banco malo salió ayer a la palestra para garantizar las ventas pactadas y achacó el problema a "falta de coordinación". No obstante, fuentes del sector aseguran que la Sareb conocía la situación de los pisos antes de incluirlos en esa cartera.

"Sareb tiene fritas a las entidades con el reporting, está pidiendo todo el rato papeles y al final dedican más tiempo a darles información que a vender los pisos", explica una de las fuentes consultadas. "Cada vez que una de las entidades cedentes, que comercializan sus antiguos pisos a cambio de una comisión, firma una señal tiene que comunicárselo inmediatamente a Sareb. Así que sabían perfectamente que esos pisos que han incluido en el paquete Teide estaban señalizados", añade.

Otra fuente va mas allá y asegura que las entidades alertaron a la Sareb de que estaba incluyendo pisos prevendidos en la cartera Teide y que eso iba a provocar inseguridad juridica, pero la sociedad que preside Belén Romana no les respondió. "Y ahora están indignadas porque los clientes van a reclamarles a ellas, que son quienes les han vendido el piso, y tienen que dar la cara por los errores de Sareb", asegura.

Un portavoz del banco malo achaca el problema a una "incidencia en la elaboración de la cartera fruto de una falta de coordinación", y añade que fue al hacer el traspaso al FAB –el vehículo constituido por Fortress, Lar y la propia Sareb, que es quien adquiere realmente la cartera– cuando se notificó que había reservas hechas. La Sareb cifra en 135 estos casos, aunque el periódico ABC informó hace unos días que eran unos 300. De esos 135, 83 habían recibido una comunicación de Grupo Lar en la que se les informaba de que habían decidido “no atender su solicitud" y les ofrecían devolverles la señal pagada de 3.000 euros.

Como es lógico, los compradores no estaban dispuestos a ello, sino que pretendían seguir adelante con la compra de su vivienda después de pagar dicha señal, en vez de que les devolvieran su dinero. Según algunos medios, la marcha atrás de Fortress y Lar se debe a que pretendían subir los precios de estos inmuebles respecto a los que habían firmado los compradores. Desde la Sareb explican que, "aunque se obtiene mejor precio vendiendo las viviendas una a una, nosotros necesitamos hacer volumen, de ahí que prefiramos vender paquetes". Esto significa que el precio al que el fondo buitre y su socio han comprado estos pisos es inferior al que pagaban los compradores individuales. Y, aun así, esta diferencia les parecía poca, por lo que anularon las operaciones.

Ante la polvareda levantada por esta situación, la sociedad que ha aglutinado la exposicion inmobiliaria de la banca rescatada hizo ayer un comunicado en el que "garantiza que todas las personas que realizaron una reserva sobre alguna de las viviendas incluidas en esta cartera podrán completar la adquisición del inmueble al precio acordado".

El error se repite

El problema es que no es la primera vez que ocurre esto, sino que ya pasó con la operación Bull, la primera gran venta de inmuebles de la Sareb, cerrada en agosto. Entonces también se incluyeron pisos que tenían comprador que había pagado una señal, y la Sareb tuvo que hacer gestiones para que se garantizaran esas operaciones al precio acordado. Lógicamente, esto puede sembrar la duda entre los interesados en adquirir inmuebles del banco malo sobre la seguridad que tienen de que este cumplirá sus compromisos.

"El mensaje que se está lanzando es de una informalidad total. Si alguien está buscando piso y ve que es de Sareb, se lo va a pensar dos veces por si acaso se lo venden a otro por el camino y le suben el precio", opinan en una inmobiliaria. Otras fuentes señalan que estos problemas provienen de que la Sareb ha subcontratado muchas de sus labores, y no hay comunicación entre las empresas que se encargan de cada tarea ni una coordinación dentro del banco malo. Hay que recordar que, cuando las entidades rescatadas traspasaron sus inmuebles a la Sareb, inmediatamente subieron los precios que tenían anunciados porque el banco malo exigía un precio mínimo un 25% por encima del valor de traspaso. Luego dio marcha atrás ante el fracaso de esa política.

Repite el modelo de las cajas

Por otro lado, el modelo para colocar la cartera Teide, compuesta por inmuebles procedentes de Bankia y NCG Banco, es similar al del Bull e implica mucho riesgo para la Sareb porque se parece al de las cajas que acabaron quebradas: no vende los inmuebles, sino que crea un vehículo –el FAB, Fondo de Activos Bancarios– en el que participan la Sareb y el fondo, en el que se aparcan para venderlos posteriormente al comprador final. Son las plusvalías de esta venta las que se reparten entre el banco malo (que en este caso se queda con el 15% del vehículo, pero mantuvo el 49% en el Bull) y el inversor. De hecho, la participación del fondo suele estar financiada por el propio banco malo, con lo que sólo tiene que aportar un pequeño capital.

Esto es, la Sareb monta una sociedad a medias con el inversor y le da crédito para comprar los inmuebles. Si la operación sale bien, participa de los beneficios y maximiza la rentabilidad. Pero, si sale mal, sufre muchas más pérdidas, porque a las de su inversión tiene que sumar las del crédito concedido.


* El Confidencial - Eduardo Segovia - 5.2.14
Foto: Sareb, bloques viviendas - elconfidencial


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Peñíscola basa su política urbanística en una norma aprobada en 1977

La mayoría del urbanismo salvaje que ha ocurrido en toda la costa española se ha debido a unos Planes Generales municipales desfasados y que no han sido actualizados a su debido tiempo. Eso ha traído como consecuencia que muchas actuaciones urbanísticas, aparentemente legales, sean un abuso del territorio propias de épocas 'desarrollistas' absolutamente fuera de lugar en una época como la actual. Es lo que ha ocurrido en Peñíscola (Castellón), donde todavía siguen con un Plan General urbanístico de 1997 que, lamentablemente, ha permitido cientos de actuaciones 'ilegales' hoy día, que han arrasado con su paisaje de postal y de espacios protegidos. Disparatado asunto donde ha primado la especulación inmobiliaria antes que las necesidades reales de la población, el enriquecimiento ilícito privado antes que el beneficio público de sus habitantes.
"LEVANTE* : El pueblo de miles de casitas, hoteles y apartamentos. Peñíscola ha pasado en medio siglo de ser un pequeño pueblo pesquero y agrícola protegido por unas murallas, a convertirse en el quinto destino turístico de la Comunidad Valenciana. Desde que su imponente castillo dentro del mar se hiciera famoso gracias a algunas promociones publicitarias de los pioneros del urbanismo como la Inmobiliaria Mir, los proyectos urbanísticos no han parado, como los campings, hoteles, clubes náuticos o piscinas nacidos a partir de los años 60 del pasado siglo.

Julián Mir tenía una inmobiliaria en la calle Alcalá de Madrid, cerca del teatro Alcázar. Conoció Peñíscola, se enamoró de ella y buscó inversores para sus proyectos. Su idea era ordenar y urbanizar 4,5 millones de metros cuadrados en una franja de 12 kilómetros de fachada que ocupaba todo el tramo litoral desde la Ratlla de Benicarló, hasta Irta y Alcossebre. Hoy buena parte de esta zona está protegida como Parque Natural. En sus carteles publicitarios se vendía Peñíscola como el Capri español, donde encontrarían paz, sosiego, quietud y calma, además de tesoros de arte, historia y folclore.
La superproducción cinematográfica «El Cid» hizo el resto al proyectar la silueta y la excepcional belleza de Peñíscola al mundo. A partir de aquella época nace el desarrollismo de Peñíscola y el PGOU de 1977, que entró en vigor un año antes de que se aprobara la propia Constitución democrática española. De aquellos años datan la construcción de miles de viviendas en terrenos de Irta, que hoy estarían protegidos, y la construcción en el entorno del marjal peñiscolano y primera línea de mar.
Es imposible determinar donde acaba Benicarló y comienza Peñíscola. Estas conurbaciones se evitan hoy, al igual que la ocupación de las primeras líneas de costa. Se protegen las vistas al castillo o se evita la ocupación de núcleos aislados a partir de urbanizaciones o la presión sobre zonas húmedas, mientra que el actual PGOU de la localidad preveía calles sobre la zona húmeda.
Más de 60.000 plazas turísticas
Para bien o para mal, Peñíscola tiene a día de hoy unos 8.200 habitantes y 66.000 plazas turísticas, aunque en verano los habitantes reales pueden estar entre los 150.000 y 200.000. Peñíscola trata desde las indicaciones recibidas en el año 2000 de actualizar al nuevo marco legal su planeamiento.
El Documento de Referencia recientemente enviado por la Conselleria de Infraestructuras critica que «el PGOU vigente asume acríticamente las determinaciones del Plan General de 1960, orientado por postulados claramente desarrollistas y absolutamente insensibles con la caracterización ambiental del soporte territorial». La misiva de la Dirección General de Evaluación Ambiental insta al consistorio a corregir y mejorar estas cuestiones, incorporando un proceso de evaluación ambiental, un estudio de vivienda, analizar la capacidad de acogida del suelo que queda por desarrollar y no ocupar ni un metro más de suelo necesario.
El texto es muy contundente y le insta incluso a desclasificar suelo donde sea posible en las inmediaciones de zonas protegidas como Irta. La conselleria no ve sostenible un planeamiento que pasa de los 10 millones de metros cuadrados urbanizables a 23, a pesar que reduzca el suelo urbano en 1,4 millones de metros cuadrados.
El nuevo PGOU, que se está desarrollando desde 2000, dotaría a Peñíscola de 40.361 vecinos de forma permanente y a la localidad con 152.450 plazas, lo que la dejaría con una capacidad de 192.811. La nueva sensibilidad ambiental de las administraciones parece dispuesta, en Peñíscola, a atajar nuevos desarrollos aislados en les Talaies d'Alcalà, los PAI Alt del Fardatxo y Peñíscola Hills y a cargarse propuestas de golf-residencial que ocupan grandes extensiones. El urbanismo y las sentencias judiciales están lastrando las arcas municipales.


* Levante - JORDI MAURA - 21.1.14
Foto: Peñíscola (Castelló), avance ladrillo - levante



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