El desierto de las casas sin gente

En el último censo del Instituto Nacional de Estadística, publicado en 2013 pero con datos relativos a 2011, el número de viviendas vacías alcanzaba los 3,44 millones, un 10% más que en la década anterior. Pero teniendo en cuenta que en esa cifra no se incluyen las viviendas a medios construir, significaría que el total pasaría ampliamente de los 5 millones (cinco). Una barbaridad si vemos que el total de viviendas construidas en España está sobre los 25 millones. Es decir las viviendas vacías vendrían a ser un 20% del total. Algo sin precedentes en la UE, sobre todo porque gran parte de ellas han sido levantadas en los últimos años, en plena 'burbuja inmobiliaria', y por tanto se incluyen en el apartado de la especulación y la corrupción urbanística. O sea, no han sido construidas para vivir en ellas sino para especular con las mismas, como otro bien cualquiera del mercado. Un delito que todavía está vigente sin que nadie haya puesto solución a tamaño problema social (gente sin casa) y de ocupación del territorio (sobreocupación).
"PABLO ELORDUY/ TER GARCÍA* : El Gobierno mantiene las constantes que generaron la burbuja inmobiliaria.
Lo llaman Ciudad Valdezombi, pero en realidad se llama Ciudad Valdeluz. Forma parte del municipio de Yebes, en Guadalajara, y es famosa porque sus terrenos –propiedad de una tía del marido de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre– ven llegar los AVE con destino a Barcelona.

Un anuncio en la web de Ciudad Valdeluz, una promoción de Reyal Urbis, empresa que lleva dos años en concurso de acreedores, muestra a un vendedor llamado Carlos, que nos explica que aquí “el equilibrio entre naturaleza y urbanismo es total”. Carlos y María, su acompañante en el anuncio, alaban las ventajas de vivir en una ciudad, Yebes, que tiene el mayor porcentaje de viviendas vacías entre las localidades con más de 2.000 habitantes. También es el municipio con mayor aumento relativo de número de edificios con respecto al anterior censo del Instituto Nacional de Estadística (INE), de 2001. El crecimiento del número de edificios en esta ciudad a ocho kilómetros de Guadalajara ha sido del 678,9%, no hay ninguna errata.

Curiosamente, ciudad Valdeluz no está entre las urbanizaciones destacadas por algunas de las personas consultadas, que trabajan en el tema de los efectos de la burbuja inmobiliaria sobre el territorio. Pilar Díaz, de Paisaje Transversal, una oficina de innovación para mejorar el hábitat urbano y la calidad de vida de sus habitantes, elige varios ejemplos de lo que ella califica como ‘urbanismo basura’. La Isla de Valdecañas en Cáceres, donde tras una sentencia del Tribunal Supremo se deben derribar 130 viviendas construidas en un espacio protegido; el PAU de Vallecas y Valdecarros, casi paralizado; la ciudad del Pocero (Seseña, Toledo) o la Nueva Marina d’Or, una ciudad con el 41% de viviendas vacías, son los casos que Díaz destaca. Son los estragos de un “fast-urbanism de difícil digestión”, que ha generado espacios que, para esta urbanista, “requieren ser deconstruidos y naturalizados en la mayor medida posible”.

A menudo, lo que quedan son las cicatrices de promociones y ensanches detenidos un día cualquiera después del estallido de la burbuja inmobiliaria de 2007. El proyecto Nación Rotonda, en el que participan Esteban García, Miguel Álvarez y Rafael Trapiello, utiliza ortofotografías –vistas aéreas con la misma precisión que un plano– para documentar los cambios en el paisaje que han provocado proyectos como Valdeluz, la ciudad residencial Camposol, en Murcia, dividida por una autovía, o Ciudad Quesada, en Alicante, “un disparate desde el punto de vista del diseño urbano”, según Trapiello.

Precisamente Murcia y Alicante son algunas de las provincias más afectadas por el virus de las casas sin gente. También, paradójicamente, donde se están produciendo los aumentos de precio más relevantes en los últimos meses. Según la Sociedad de Tasación, en el segundo trimestre de 2014, el coste de la vivienda volvió a subir respecto al mismo periodo de 2013, tras siete años de caída ininterrumpida. Los expertos asocian esta revitalización del consumo de ladrillo a la especulación de inversores extranjeros en el litoral valenciano y en Canarias. El 17 de noviembre, el Consejo General del Notariado anunciaba el repunte del 20% de la compraventa de vivienda respecto a 2013. Del otro lado, los desahucios siguen al mismo ritmo: en los primeros seis meses del año, más de 26.500 familias perdieron su vivienda.


Censo o estadística

En el último censo del Instituto Nacional de Estadística, publicado en 2013 pero con datos relativos a 2011, el número de viviendas vacías alcanzaba los 3,4 millones, un 10% más que en la década anterior. Ese mismo año, las viviendas construidas superaban los 25 millones, un 20% más de las que se contaban diez años antes. De ese millón y medio de viviendas construidas durante la década, más de la cuarta parte siguen estando vacías.

La urbanista Raquel Rodríguez explica que la estadística del INE “censa viviendas aptas para ser ocupadas, no incluye en ningún caso viviendas a medio construir”. Pero, junto a esta característica, que ya venía de lejos, el censo de 2011 incorpora una variante respecto al anterior, de 2001, y es que por primera vez no se ha hecho un recuento real, sino que se ha hecho una muestra que rondaba el 12,3% de la población y el 11,9% de las viviendas, explica Rodríguez. “No es un censo, es una estadística”, comenta esta urbanista, para quien “la cocina” de las cifras puede tener sentido, pero no cuando estos datos de vivienda se presentan cada diez años. El próximo es en 2021, y no se cruza con otros registros administrativos, como sucede en otros países del entorno europeo. Las dos consecuencias principales del estallido de la burbuja, señala Rodríguez, fueron los desahucios y la metástasis de activos tóxicos. “De los primeros hemos tardado en tener datos fiables, pero de los activos tóxicos –viviendas sin vender, suelo, etc.– no hay manera de saber de qué estamos hablando. Esto dice mucho del propio gestor del producto. Es increíble que no se sepa cuánto, cómo, dónde”, se lamenta esta urbanista.

Las cifras del censo sitúan a España como el país con más vivienda vacía de la UE, con mucha distancia respecto al siguiente y acumulando más de la tercera parte del total europeo, que se sitúa en 11 millones de viviendas vacías, según publica The Guardian. Con estos números ya a la espalda, entre 2011 y 2013 se dieron certificaciones de fin de obra para más de 331.000 nuevas viviendas, según datos del Ministerio de Fomento. De estas nuevas viviendas que aún no ha contabilizado el Instituto Nacional de Estadística, 38.300 se si­túan en la Comunidad Valenciana, donde en 2011 la vivienda vacía suponía ya el 16% del total.

José León Paniagua, coautor del estudio La vivienda en España en el siglo XXI y ponente del seminario La vivienda que queremos, que tiene lugar estas semanas en Sevilla, explica que en el momento actual “no sólo existe un número insostenible de viviendas vacías, sino que además existe suelo disponible con capacidad para otras 2,6 millones de viviendas”. Para León Paniagua los más de seis millones de nuevas viviendas construidas en la década prodigiosa de 1997 a 2007 generaron un “urbanismo ilimitado” y una expansión urbana “ilimitada social y medioambientalmente”. Paniagua denuncia que no se ha producido ninguna medida correctora, “sino que la actitud del sector promotor y constructor, y de las administraciones públicas, es la de esperar para repetir nuevamente el proceso de negocio, sin querer reconocer que no se volverá a producir en décadas”. Una propuesta neoliberal que fue posible gracias a la denominada “alianza FIC”, de financieros, inmobiliarios y constructores, según los autores del citado estudio, encargado por Cáritas.

Sareb, la gran inmobiliaria

Desde que, en agosto de 2012, se crea­ra la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), ésta ha limpiado las cuentas de las entidades bancarias y ha acumulado en sus primeros meses de funcionamiento 106.856 activos entre viviendas terminadas, suelo y obra sin terminar, por los que pagó 11.343 millones de euros a los bancos de origen, según el informe anual de la entidad.

Belén Romana, presidenta de la Sareb, anunciaba a finales de octubre que ésta había vendido cerca de 11.000 viviendas en el canal minorista. Otras operaciones de la sociedad más a lo grande han supuesto la transferencia de carteras de cientos o miles de viviendas a fondos buitre, como la cartera Teide, compuesta por 2.500 viviendas, cuya gestión pasó al fondo estadounidense Fortress y al grupo español Lar. Éstos pagan las viviendas según las van vendiendo. O el traspaso de cerca de mil viviendas al fondo HIG Capital por 100 millones de euros. Unas condiciones insuperables.

Ahora, después de dos años, los principales bancos vuelven a sumar activos inmobiliarios por más de 90.200 millones de euros, según publica El País. Una cifra superior a la alcanzada antes del traspaso de activos tóxicos a la Sareb, y la tendencia va en ascenso. De los 12.479 millones de euros en viviendas embargadas a promotoras, constructoras y hogares que contaba el Sabadell en diciembre de 2013, en septiembre de 2014 ha pasado a 13.210 millones. En ese periodo, Bankia aumentó su colección de viviendas y suelo embargados de 2.656 a 2.800 millones de euros. La dinámica se repite con La Caixa y el BBVA, cuya cartera de activos inmobiliarios alcanzó los 13.116 millones de euros en septiembre, según el informe financiero de la entidad.

En la red, decenas de páginas especializadas como pisosembargadosdebancos.com sirven como escaparate de los miles de inmuebles embargados en los últimos años. Desde la propia web de la Sareb se puede acceder a un portal para la compra de fincas rústicas, hoteles, oficinas, edificios industriales, locales comerciales y suelo. En la mayoría de los casos el precio se consulta mediante un formulario en la web. En el caso de la vivienda, el procedimiento es distinto. La Sareb ofrece un número de atención telefónica. Al llamar, una teleoperadora explica que las viviendas de la sociedad se comercializan a través de las propias entidades bancarias asociadas. Si se cuenta con los datos de la vivienda que se quiere comprar, el servicio de atención telefónica de la Sareb se ofrece a transmitirle la consulta al comercial responsable de dicha vivienda.

En la web de BankiaHabitat, línea inmobiliaria de la entidad, un apartado dedicado a inmuebles de la Sareb da información sobre más de 7.300 viviendas actualmente propiedad de la sociedad, pero procedentes de la antigua Caja Madrid. Sin embargo, las gestiones para la venta de esos inmuebles están, desde septiembre de 2013 y por diez años, en manos de la sociedad Promontoria Plataforma –después pasó a llamarse Haya Real State–, que se embolsa una comisión por cada venta. La sociedad, en la que figura como consejero un hijo de José María Aznar y Ana Botella, está vinculada al fondo buitre Cerberus, dirigido por, entre otros, el expresidente norteamericano George Bush.

Hace pocos días, la Sareb adjudicaba a Solvia, la plataforma inmobiliaria del Sabadell, la gestión de 49.000 activos inmobiliarios, la mayor parte viviendas, procedentes de Bankia, Banco Gallego y Banco Ceiss, y valorados en 7.000 millones de euros. Es el primer paquete de los cuatro que comprondrán el Proyecto Íbero, por el que la sociedad externaliza la administración de las viviendas y demás activos, cerrando el círculo que componen las entidades bancarias, la Sareb, las viviendas embargadas y el dinero de los rescates financieros a bancos y cajas.

Alternativas

En su último libro, 17 contradicciones y el fin del capitalismo, el urbanista David Harvey dedica el primer capítulo a la contradicción “fundamental” entre valor de uso y valor de cambio. Un concepto marxista, el de la diferencia entre valor de uso y valor de cambio, que, en esta ocasión, viene acompañado de un ejemplo en el que Harvey se refiere a la situación de España. No es necesario explicar la diferencia entre lo que ha supuesto el aumento del valor de cambio de las viviendas y la marginación de su valor de uso.

Los autores de La vivienda en España en el siglo XXI señalan que no se han tomado medidas que garanticen el acceso a la vivienda, que es “un espacio vital imprescindible para la socialización y un factor de inclusión social de primer orden”, según Paniagua. Para éste, los planes de vivienda mantienen “mecanismos continuistas, desfasados e inservibles para responder a las necesidades de alojamiento”. Así, explica, sigue manteniéndose un sistema de protección oficial que se ha demostrado inaccesible para gran parte de la población con necesidades habitacionales, y “sigue eliminada la vivienda de promoción pública”.

Dos datos más: el gasto público en vivienda se sitúa en el 0,7% del PIB. “Este gasto es dos y tres veces inferior al que tienen otros países de nuestro entorno, pero aún más grave es la estructura que ese gasto público tiene en nuestro país”. Esto se ha traducido en que “en los últimos diez años se han destinado 53.000 millones de euros a desgravaciones por inversión en vivienda, frente a la práctica inexistencia de subvención al alquiler o a la vivienda pública”. Se ha corregido algo, apunta Rodríguez, pero ha sido en casos “puntuales, como el País Vasco o la ley andaluza”, que fue recurrida por el Gobierno de Mariano Rajoy, que no tiene interés por corregir los excesos de la burbuja. El plan de vivienda 2013-2016, concluye Rodríguez, “vuelve a meterse en el mismo lío”. Este programa, presentado por Fomento en julio, se basa de nuevo en la construcción, esta vez para alquilar. Rodríguez apunta que “teniendo el stock que está en manos de la Sareb, habría que hacer un estudio de qué se tiene y ver si se es capaz de reconvertir ese parque”, también por una cuestión de tiempos, ya que, “entre que se aprueba todo el planeamiento, urbanizo el suelo, construyo las viviendas… para cuando usted tenga la vivienda preparada, ya no quedan jóvenes en este país”.

Millones de euros en embargos

En septiembre de 2014, La Caixa, BBVA y Bankia sumaban 6.520 millones de euros en activos inmobiliarios adjudicados procedentes de hogares, o, lo que es lo mismo, viviendas embargadas a familias que no han podido hacer frente a sus hipotecas, según muestran los informes financieros trimestrales de estas entidades. La suma es casi un 7% más de lo que estos bancos presentaban en diciembre de 2013.

Banco Sabadell, la entidad a la que se ha adjudicado la gestión del primer paquete de bienes inmuebles de la Sareb, alcanzaba en septiembre los 13.210 activos inmobiliarios adjudicados en sus cuentas, 731 millones más de los que contaba en diciembre del año pasado, aunque en su informe financiero no distingue entre los embargados a promotoras o constructoras y a las familias.



* Diagonal - Redacción - 25.11.14
Foto: Vivienda, evolución 1978-2011 - diagonal

.................................... Leer más...