Urbanismo ampara los edificios de vanguardia en el conjunto histórico de Sevilla

En principio la noticia no es ni buena ni mala, todo depende del cómo se hagan los edificios de vanguardia y de si existen garantías de que cumplen con todos los requisitos exigidos por el Patrimonio de la ciudad. Para ello, además de las necesidades técnicas imprescindibles, se debe dar cauce a la participación ciudadana, a través de vecinos, asociaciones específicas, etc. En el caso Metropol (las setas de la plaza Encarnación) parece que no se dan todas las condiciones antes expuestas y el asunto está enredado en los tribunales; además de por su fuerte impacto urbano, por el sobrecoste de las obras. Pero ya, tratándose de Sevilla, hay que mencionar la más grave agresión al paisaje urbano realizada, como es la descomunal Torre Pelli en la Cartuja, que rompe abruptamente el horizonte urbano y su rico Patrimonio.
"ELMUNDO* : El plan especial de protección de la Encarnación que la Gerencia de Urbanismo se ha visto obligada a redactar de nuevo después de que el Tribunal Supremo anulara varios artículos del anterior, contiene toda una declaración de principios en pro de la arquitectura contemporánea en el interior del conjunto histórico declarado. No sólo da vía libre a las propuestas de vanguardia en los proyectos destinados a equipamientos y servicios públicos, sino que protege expresamente algunos de los edificios más polémicos de las últimas décadas, incluido el Metropol Parasol.

Las 'setas' de la plaza de la Encarnación, proyectadas por el arquitecto alemán Jürgen Mayer, se incluyen en el catálogo del plan especial como espacio urbano digno de protección. Urbanismo considera que la plaza, con todos sus elementos construidos, compone «un fragmento inequívoco de la historia de la ciudad y [...] posee un carácter simbólico representativo de su proceso de formación». En la misma categoría se incluyen la plaza del Cristo de Burgos y la plaza del Buen Suceso.

Las 'setas' obtienen, así, un grado de protección inicial sólo cuatro años después de su ejecución, que se produjo en medio de una considerable polémica por su impacto en el paisaje, sus problemas constructivos y su elevado coste, superior a los cien millones de euros. El proyecto se construyó, de hecho, con el amparo administrativo de un plan especial que el Tribunal Supremo ha declarado en gran parte nulo con posterioridad.

La asociación conservacionista Adepa, promotora del recurso judicial que terminó con esa declaración de nulidad, mostró ayer su indignación por el cambio de actitud demostrado por el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, que, según asegura, «ha pasado de sugerir la demolición parcial de las 'setas' a protegerlas oficialmente». Su presidente, Joaquín Egea, dijo ayer estar «decepcionado» por la actitud de la Gerencia de Urbanismo, donde, afirma, siguen imperando los mismos criterios técnicos que condujeron a la anulación judicial de una quincena de artículos del Plan General relacionados con los planes especiales de protección.

El del Metropol Parasol no es un caso único. El plan de la Encarnación confirma la catalogación B (global) que ya establecía el PGOU de 2006 para la sede del Colegio Oficial de Arquitectos (plaza del Cristo de Burgos), obra de Gabriel Ruiz Cabrero y Enrique Perea Caveda en 1986. Los técnicos de la Gerencia describen el edificio como «una apuesta valiente sobre cómo intervenir en un tejido histórico» y aseguran que se ha convertido «en una clara referencia de la arquitectura de la ciudad».

La firme apuesta que hace la Gerencia de Urbanismo por la arquitectura contemporánea en el conjunto histórico se refleja también en la atención que recibe el ensanche de la calle Imagen (años 50) con la protección patrimonial de la práctica totalidad de sus edificaciones. Se trata, a juicio de los redactores del documento, de edificios de concepción racionalista que suponen «piezas de gran interés por su modernidad e impronta en la ciudad». Con esta protección, la Gerencia toca uno de los puntos sensibles de los grupos conservacionistas, que consideran el ensanche de Imagen como una de las operaciones de destrucción paisajística más graves de las ejecutadas en el siglo XX en Sevilla.

Después de proteger estos edificios contemporáneos, Urbanismo abre la mano definitivamente a la arquitectura de vanguardia en el interior del conjunto histórico con la redacción del artículo 30 del plan especial, que, según Adepa, contraviene la Ley de Patrimonio Histórico. Mediante ese artículo, el Ayuntamiento establece una excepción del cumplimiento de las normas de protección paisajística para los edificios destinados a equipamientos y servicios públicos.

Señala el citado artículo que estos inmuebles «podrán adoptar las regulaciones y las formas arquitectónicas que se consideren más adecuadas, incluyendo las que sean de expresión de tendencias contemporáneas». Para estos edificios no rige la ordenanza municipal en relación a la «composición, morfología y uso de materiales», que tendrán un «mero carácter indicativo», señala el documento

Egea asegura que el nuevo plan rectifica algunas de la cuestiones censuradas por el TS, pero sigue dejando en el aire los criterios por los que se rigen las excepciones a la norma, lo que, en su opinión, reincide en el problema básico de arbitrariedad que viene padeciendo la conservación del patrimonio. Teme, además, que el plan de la Encarnación sirva de modelo a los que aún quedan por aprobar.


* El Mundo - FRANCISCO JAVIER RECIO - 27.1.15
Foto: Cubierta de los parasoles de la Encarnación y, al fondo, el conjunto histórico de la ciudad y la Catedral. J. MORÓN

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